Ángel Piné en el hotel Torre del Mar, del que es director comercial. | Toni P.

Ibiza no es aún un destino consolidado para el turismo de congresos, aunque va por el buen camino. Este sector «ha registrado un crecimiento muy grande en los últimos diez años», desde que se creara Ibiza Convention Bureau (ICB). Según su nuevo presidente, Ángel Piné Tur, quien es también director comercial del hotel Torre del Mar, la isla ofrece mucho pero también recibe del segmento MICE. En este sentido, Piné asegura que «con la ampliación de infraestructuras como el Palacio de Congresos de Santa Eulària o el Recinto Ferial», se podrían captar eventos que ahora mismo se están derivando a la mayor de las Baleares.

¿Qué retos se marca en esta nueva etapa al frente de la ICB?
—El objetivo básico y primario para mí es seguir apoyando el sector, y esta vez de una manera un poco más activa. Represento a un hotel -Torre del Mar- que está involucrado con el sector MICE en la isla y somos también socios fundadores, por lo que además había que dar un paso adelante. Mis retos como representante de los asociados son los mismos que el resto de asociados, desde dentro aportar todo lo que podamos, tanto a nivel público como a nivel de Ibiza Convention Bureau, que no deja de ser un club de producto específico de congresos, convenciones y eventos.

¿Qué necesita el sector MICE para dar un paso adelante en la isla?
—Necesita muchas cosas, pero primero de todo, una unión de sus asociados es fundamental. Luego, lo segundo, ir de la mano de las instituciones públicas, involucrar a todas las instituciones ibicencas, ayuntamientos y Consell. Y también hemos de ser un altavoz del sector. El MICE es un segmento de turismo bastante desconocido tanto para mucha gente del turismo de Ibiza como para la sociedad ibicenca. Tenemos que ser ese altavoz que divulgue las bondades de este segmento.

¿Qué aporta a Ibiza este tipo de turismo?
—Es positivo por los meses en los que viene, sus temporadas llegan hasta junio y desde septiembre, con lo cual la temporada alta no se solapa con las épocas de mayor demanda de clientela vacacional, lo que ayuda a desestacionalizar. Es un turismo que viene y hace gasto. El gasto por persona es mayor al que viene por motivo vacacional y sobre todo, nos da la posibilidad a través de un motivo de trabajo, de dar a conocer la isla de Ibiza. Es reconfortante ver cómo cuando la gente viene aquí por una jornada de trabajo o congreso queda gratamente sorprendido y luego con posterioridad viene a la isla de vacaciones con su familia. Es una manera de fidelizar.

¿Cómo se consigue atraer este turismo y qué ventajas tiene frente a otros sectores?
—El tema del patrimonio cultural y patrimonio turístico que tenemos en la isla, como Dalt Vila, es un recurso muy valioso para poder atraer eventos de importancia y renombre internacional, que por una parte pueden venir en temporada baja cuando nadie viene a la isla, por otra parte eso va a generar unos ingresos en todos los sectores de la economía ibicenca, pero es que además estamos dando a conocer estos bienes de interés cultural, las posibilidades que tiene como entorno para la celebración de eventos que por otra parte no castigan a la sociedad, porque no son ruidosos, no te limitan en fechas donde hay mucha afluencia turística. Creo que convive perfectamente con la sociedad ibicenca.

Pero cuando uno piensa en Ibiza ahora mismo, no lo hace como un destino de Congresos. ¿Qué puede ofrecer la isla al sector MICE?
—Pues primero que tenemos una conectividad aérea en temporada muy buena. Es verdad que en temporada baja hay que mejorarla todavía mucho, pero esta conectividad pone a Ibiza a dos horas de un montón de capitales europeas. Así una empresa de París que quiere hacer un incentivo o una convención o una presentación de producto, en dos horas estás aquí y luego encima desde el aeropuerto de Ibiza hasta el alojamiento medio, son diez minutos de transporte. Es decir, en una mañana desde que salen de su casa, ya están en el lugar donde se ubica el evento. Luego, las instalaciones de los hoteles y del turismo en general ya se han ido preparando este año para recibir al sector MICE. Nosotros, en Torre del Mar, estamos ultimando un centro de convenciones con una capacidad para 600 personas que es una capacidad muy importante para grandes eventos. Luego hay otro recurso muy importante que es que toda esta gente que viene aquí a hacer estas jornadas de trabajo, también buscan unos momentos de ocio. En esto, Ibiza es otro lugar ideal, ¿por qué? porque tenemos restaurantes muy afamados, cocineros afamados, tenemos entornos únicos para celebrar cenas muy especiales y todo ello a una corta distancia. Es decir, en un programa de tres días que es lo que suelen venir esta gente, pueden aprovechar cada hora del día, bien por la parte trabajo, bien por la parte lúdica.

Tiene mucho positivo, pero también aún mucho por mejorar.
—Sí. A nivel de infraestructuras para poder crecer y para traer grupos de mayor importancia echamos en falta infraestructuras que den cabida a grupos tan grandes. Me refiero a la ampliación del Palacio de Congresos de Santa Eulària y la ampliación y modernización de lo que es FECOEV, el recinto ferial de Ibiza, que por un lado son lugares que el sector MICE demanda y necesita y por otra parte son instalaciones que los ibicencos también disfrutan.

Son muchos años esperando esa segunda fase del Palacio de Congresos de Santa Eulària. ¿Han calculado cuántos congresos se han perdido y su impacto económico por la falta de la segunda fase?
—No tenemos datos concretos, pero todos recibimos peticiones que en cuanto al número de personas y asistentes tenemos que descartar cada año. Es verdad que la marca cuanto más grande es y el evento más internacional es, pues más problemas tenemos para acogerlo, con lo que estamos un poco infracondicionados a nivel infraestructuras.
El ejemplo que tenemos muy claro es Mallorca, que como isla mayor y competencia directa nuestra, desde que han abierto el nuevo palacio de congresos, el incremento de grupos MICE y grupos de gran capacidad ha aumentado exponencialmente. Desde la ICB no nos cabe duda que con la ampliación de la segunda fase del Palacio de Congresos y también con la actualización y modernización del recinto ferial podríamos captar una parte de estos congresos que ahora mismo se están derivando a Mallorca, Barcelona o Valencia.

El centro de convenciones que se está construyendo en el hotel Torre del Mar viene a complementar esa falta de espacio para congresos grandes que hay en Ibiza...
—Efectivamente, es una puesta en marcha más empresarial y privada nuestra, pero sí, viendo toda la demanda que estamos rechazando de peticiones, decidimos hacer una inversión importante como es este nuevo centro de convenciones y eventos y ya estará preparado para alojar presentaciones de coches y demás. Son 600 metros cuadrados de sala plenaria y con ello consideramos que será un complemento importante para la isla, pero evidentemente con esto no vale. Es un recurso más que nosotros aportamos pero la capacidad digamos no deja de ser aun limitada para estos grandes grandes eventos. Se inaugurará el 30 abril con un congreso de veterinarios. El ayuntamiento de Sant Josep también está ultimando un auditorio en la zona de Cala de Bou y es otra infraestructura más que evidentemente va a repercutir en la sociedad ibicenca porque se harán actividades culturales y lúdicas para la ciudad, pero que también ayudará al segmento MICE, porque todos los hoteles de la bahía de Sant Antoni que a lo mejor no podían tener esa actividad pues ahora sí que podrán acceder utilizando estas infraestructuras.

Hace tiempo que la isla no acoge un gran congreso a nivel internacional. El último fue el de Mercedes, en 2018.
—Así es. No ha vuelto a haber uno de ese volumen. Hay mucho interés por parte de marcas internacionales potentes, entre ellas automovilísticas pero sí que es verdad que nos quedamos un poco cojos con la falta de esas infraestructuras de grandes espacios para el tema de presentaciones, proyecciones y demás. Cuando vino Mercedes hizo una presentación y pruebas de coches y estuvo varios meses, desde febrero, algo que genera un impacto económico que evidentemente es positivo pero también la imagen de marca que nos da, eso es fundamental.

¿Es mejor un gran congreso o tener muchos pequeños a lo largo del año?
—El objetivo es captarlo todo. Competimos con muchos destinos, muy potentes y consolidados. Por ejemplo, Barcelona que la tenemos cerca es un puro competidor porque está muy arraigado y tiene todo lo que un congreso necesita. Pero puestos a elegir, un congreso grande en la isla nos da un valor de marca muy potente a nivel internacional, pero es verdad que si son muchos y pequeñitos queda todo como mucho más repartido.

¿Hay algún congreso importante a la vista de cara a los próximos meses?
—La oferta congresual y la demanda crece año a año y cada vez más a través del trabajo de promoción de los asociados y de ICB. Ha habido incremento y cada vez hay más interés por la isla de Ibiza para la celebración de congresos, seminarios de trabajo y una cosa muy importante es que ya no solo es mercado nacional. Un aspecto muy importante es la capacidad que estamos trayendo para atraer el mercado francés, que vienen a hacer muchas convenciones de trabajo internas, el mercado holandés, el italiano, británico y alemán. Hay diferenciación de lo que es el cliente de sol y playa y el cliente de MICE que viene más por trabajo. Las nacionales que vienen a nivel individual vacacional, no se corresponden con las de trabajo, por eso consideramos que es un sector estratégico.

¿Podríamos decir que Ibiza es ya un destino MICE consolidado?
—Creo que en estos diez años que lleva el Convention Bureau rodando creo que la evolución ha sido muy grande. De ser un destino bastante desconocido me atrevería a decir que con la presencia que tenemos en las principales ferias, incluso con un stand propio, fuera de Baleares, creo que ya la marca es conocida, pero esto no quita que nos queda aún mucho trabajo por hacer para llegar a los niveles que querríamos. Pero bueno, ahí estamos también con las limitaciones de infraestructuras.

El sector público, ¿invierte lo suficiente en promocionar este tipo de turismo?
—Creo que haciendo una introspección nuestra, tendríamos que dar a conocer un poco más a las entidades públicas hasta dónde llega la importancia del MICE en la isla. Sí que hay algunos ayuntamientos que están directamente involucrados y con el ICB también y otros con los que estamos conversando para que también puedan aportar, porque al fin y al cabo es un beneficio para toda la isla. Es este otro turismo, este cambio de paradigma que se busca. No se me ocurre otro mejor. El MICE y el turismo deportivo creo que deben ser las dos grandes apuestas de la isla para evolucionar como un destino sostenible y pensando en el mañana.