El técnico agrícola, Adrián Diaz, explicó a los asistentes los métodos de conservación. | TONI P.

La Finca experimental de Can Marines acogió ayer un curso sobre ‘Las variedades locales y la agroecología’ para difundir entre los agricultores, las especies autóctonas pitiusas de algunos cultivos que están cayendo en el abandono.

Según explicó el técnico agrícola, Adrián Díaz, que impartió el curso, lo que se hizo durante la jornada de ayer fue una explicación sobre la conservación de semillas y los espacios que tienen a su disposición para lograrlo.

Tras esta exposición, los asistentes y el técnico pasaron a ver sobre el terreno «los ensayos agronómicos de las variedades locales, en concreto tres variedades locales de lechuga, cuyo interés reside en que actualmente existen muy pocas semillas y gente que las cultive, por no decir que casi nadie», indicó Díaz.

«Es importante organizar estas jornadas porque hay una erosión genética muy grande en las islas. Estas son variedades que han sido conservadas durante muchos años y están adaptadas a las condiciones locales, por tanto con estas variedades que se pierden se está perdiendo bastante información ya no solo a nivel genético, sino de manejos agrarios asociados», aclaró el experto.

En ese sentido, Díaz advirtió de que las variedades que se consumen hoy en día «se pueden consumir en cualquier parte del mundo». «Es decir, yo soy canario y como las mismas verduras aquí que en Canarias y si me voy a Bélgica, como las mismas que aquí», señaló.

«Casi todas las variedades que se consumen son variedades centradas en buscar una producción y en el proceso de creación de estas semillas se han quitado los genes relacionados con el gusto, el sabor, el olor o con calidades nutricionales», recalcó el técnico.

Asimismo explicó que estas variedades comerciales son producidas y adaptadas en países extranjeros, como Holanda, y por tanto están adaptadas a sus condiciones climáticas y geológicas. Sin embargo, las especies locales se adaptan mejor y presentan una mayor cualidad.