En esta ocasión participaron un total de 19 tiendas que trataron de dar salida a las mercancías que tenían en la recámara y hasta ahora no habían encontrado comprador, según informó el Ayuntamiento de Sant Antoni en un comunicado.
Zapatos, abrigos, ropa infantil, vestidos o artículos de belleza fueron algunos de los elementos que se podían adquirir en este bazar improvisado, que montaron los establecimientos de la localidad con los productos que tenían en los almacenes y pusieron a la venta a precios reducidos el fin de semana.
El presidente de la Asociación de Comerciantes del municipio, Joan Ribas, destacó que la feria es «una oportunidad para los compradores de encontrar gangas y grandes descuentos en una amplia gama de productos y para los vendedores, que podrán dar salida a las existencias de la temporada de invierno para dar entrada al nuevo material de la temporada de primavera y verano».
Por otro lado, desde la Concejalía de Comercio de Sant Antoni, dirigida por Joan Torres, afirmaron que «siguen apostando por el pequeño comercio», a través de estas campañas de dinamización comercial que «ayudan a impulsar las ventas en el municipio».
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