Imagen de los geles desinfectantes habilitados en el hospital Can Misses. | DANIEL ESPINOSA

El primer día de restricciones en las visitas de los familiares con pacientes ingresados en Can Misses se desarrolló ayer con total normalidad. Esta medida preventiva de contención ante la extensión del coronavirus, que limita a un familiar el que puede entrar a la habitación donde se encuentra el enfermo, tuvo ayer muy buena acogida entre las personas con enfermos en el hospital.

La mayoría de los familiares ve con buenos ojos que se incremente la seguridad para salvaguardar la salud de sus enfermos ante posibles infecciones. Es el caso de Clara, que tiene a su abuela de 80 años ingresada desde hace tres semanas por una dolencia en las piernas. «Mi abuela es muy mayor y está dentro del grupo de riesgo del coronavirus. Me parece genial que se limiten las visitas a una persona dentro de la habitación, ya que tenemos que evitar que nuestros enfermos estén expuestos ante cualquier virus», señaló.

Asimismo, reconoció que ella ya había puesto en marcha desde hace días sus propias medidas de protección. «Vista la rapidez de propagación del virus, mi familia y yo llevamos días poniendo en práctica todas las recomendaciones sanitarias que hemos leído en los medios como medida de prevención. Hay que proteger a los vulnerables, y más si están enfermos», subrayó.

El hospital Can Misses lleva varias semanas inmerso en la elaboración de cartelería informativa acerca de cómo lavarse las manos adecuadamente. Casi todas las puertas de acceso al hospital tienen uno, además de los pasillos y las zonas de espera de visitantes. Ayer se añadió el cartel que informa de la restricción de un acompañante por paciente.

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Amanda, familiar de un paciente que fue operado de cáncer hace unos días, también alabó la decisión de las autoridades sanitarias, aunque consideró que debería haberse implantado desde que salió a la luz el primer caso de coronavirus en la isla: «Nos han informado hoy (por ayer) de la nueva medida en las visitas. Me parece muy bien, aunque creo que esta restricción tenía que haberse puesto antes con el primer caso positivo. No hemos notado nada extraño, sólo que ahora está cerrada la puerta de la sala de espera de los familiares para aislar el pasillo donde se encuentran los pacientes ingresados, pero no he visto nada alarmante ni ninguna persona con mascarilla».

Gel desinfectante
Lo que sí han notado los familiares es el incremento en la higiene de las manos de los visitantes y del personal sanitario. «Ahora ves a todo el mundo con el gel desinfectante en la mano. Nos lo echamos tanto antes de entrar a ver a nuestro familiar como a la salida. También intentamos no tocar mucho el mobiliario del hospital e, incluso, subimos y bajamos por la escalera en vez de utilizar el ascensor», señaló Steven, un ciudadano belga que lleva dos semanas acompañando un familiar ingresado por diabetes.

Otra de las personas que se acercaron ayer al hospital fue Margarita, una vecina de Ibiza que tenía cita con el especialista. «No he notado nada raro cuando he entrado al hospital. Todo parecía normal. Sí he visto algún que otro trabajador con mascarilla, pero nada alarmista», relató.

Sara, una de las enfermeras del hospital, también opina, como el resto, que la nueva medida en las visitas no ha causado dificultad entre los familiares de los pacientes. «Hemos recibido instrucciones para poder informar a los visitantes de la nueva medida y nadie ha puesto ningún problema. El desarrollo de la actividad del hospital se está realizando de manera normal. Ni yo ni mis compañeros llevamos mascarilla. Únicamente hemos tenido que aumentar nuestra higiene antes y después de estar con los pacientes, pero por el resto todo sigue igual», puntualizó.