La presidenta de la Federación Hotelera de Ibiza y Formentera, Ana Gordillo, recordó que en la isla se funciona mucho con reservas de última hora. En este sentido, indicó que «los italianos suelen reservar con 60 días de antelación». | Arguiñe Escandón

Alargar la temporada más de lo habitual, en concreto hasta el mes de noviembre «si se cuenta con buen clima». Es el planteamiento que hicieron ayer desde el sector turístico de Ibiza. La intención es paliar «la paralización de reservas» que está sufriendo el sector a causa del coronavirus.

Restauración, hoteles y Ocio de la isla aseguraron ayer que abrirán, «como estaba previsto, para Semana Santa, algunos incluso antes, en un par de semanas». No obstante, «hay que ser realistas y el inicio de temporada no va a ser bueno. Esto nos va a afectar en Semana Santa, abril y mayo», aseguró la presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera (Fehif), Ana Gordillo.

En este sentido, señaló que se espera «tener un mes de octubre y noviembre fuertes y poder seguir contando con conexiones aéreas», una petición que hicieron llegar ayer tanto al Consell d’Eivissa como al Govern balear, en la reunión que mantuvieron ayer con los representantes de todos los ayuntamientos, sindicatos y agentes empresariales y turísticos de la isla.

«Se puede hacer que la temporada dure más si se trabaja en esa dirección», apuntó.
Bajada de reservas

La COVID-19 tiene a los viajeros de todo el mundo paralizados. «Hasta el 31 de enero las reservas en Ibiza iban muy bien, pero el ritmo de las ventas ha descendido bastante estas tres o cuatro últimas semanas», señaló el presidente de Fomento del Turismo, Alejandro Sancho.

Así, aseguró que las ventas están decreciendo «en dos dígitos» y que la capacidad de recuperación del sector será «menor» para los meses de abril a junio.

A pesar de esto, Sancho hizo hincapié en que «la marca Ibiza tiene mucha fuerza y, enseguida que salgamos de esta inercia, será de los destinos que tenga más capacidad de remontar».

También la presidenta de los hoteleros, recordó que, aunque «las reservas han disminuido y cuando antes entraban diez al día ahora entran dos, tenemos que tener en cuenta que se funciona mucho con la reserva de última hora».

En este sentido, Gordillo apuntó que, por ejemplo, «los italianos suelen reservar con 60 días de antelación. Si la situación mejora y remite el virus, esta ralentización que estamos notando ahora puede cambiar enseguida».

Reforzar la prevención
El sector turístico insistió mucho en que «se tendrían que haber tomado medidas preventivas antes». Así, desde Fomento del Turismo señalaron que «se ha reclamado que los aeropuertos y los puertos tendrían que tener un control más exhaustivo».

Gordillo comentó que les habían explicado que «se adoptan medidas dependiendo del grado de contagio y en Baleares hay un nivel muy bajo. Así, señaló que «tenemos unas medidas de prevención no tan drásticas como habría que empezar a tomar. Hay que ser prevenidos y evitar el contagio. Si vemos cómo evoluciona esto, a lo mejor habría que tomarlas antes», apuntó.