El jefe de Medicina Interna del hospital Can Misses y responsable del coronavirus, Ramón Canet, ayer en el plató del ‘Bona Nit Pitiüses’. | DANIEL ESPINOSA

El jefe de Medicina Interna del hospital Can Misses y médico de referencia para el tratamiento del coronavirus, Ramón Canet, confirmó ayer en el programa Bona Nit Pitiüses que en el Área de Salud de Ibiza y Formentera se analizan entre tres y cuatro posibles casos diarios de esta enfermedad, aunque, hasta ahora, el único positivo ha sido el del ciudadano italiano ingresado en Can Misses.

El galeno detalló que, en la actualidad, los datos de las Pitiusas reflejan un saldo de «un paciente ingresado» y todas las pruebas realizadas a personas que están bajo investigación, por síntomas o por relaciones geográficas, han dado negativo. «Es verdad que hasta ahora solo hay un caso, pero lo lógico es que en las próximas semanas se vayan teniendo más casos», indicó.

En este sentido, Canet explicó que la evolución del paciente está siendo «correcta» y «cada día se encuentra mejor». Preguntado por si podría avanzar una fecha para su alta médica, el sanitario comentó que «aún no se puede saber», ya que primero se tiene que obtener dos muestras negativas en dos días consecutivos, algo que todavía no se ha producido, según concretó.

Proceso de investigación
El facultativo señaló que los síntomas que puede presentar un paciente de la COVID-19 son «los mismos que los de cualquier infección respiratoria», como podrían ser tos, fiebre o dolor en el cuerpo, pero recalcó que los síntomas no son lo que desencadenaría que «se pusiera en marcha una investigación».

«Se han de cumplir una serie de criterios epidemiológicos que son o bien haber viajado a algunas de las áreas que están reconocidas como transmisoras o bien haber estado en contacto con una persona a la que se le ha diagnosticado la enfermedad y no se ha tenido la protección adecuada», comentó.

Cuestionado por el número de casos asumible por el Área de Salud de Ibiza y Formentera para contener la epidemia y tratarla adecuadamente, Canet apuntó que «no existe un cálculo determinado», pero «hay modelos matemáticos, que son muy variables porque los que se han hecho dan resultados muy dispares, en función de cuál es la capacidad de la sociedad o de la estructura sanitaria para atender y contener los casos».

«La variabilidad incluía a las Pitiusas como una zona que, en teoría, podría tener una gran incidencia, pero no podemos saber si esto será verdad hasta que no pase. Continuamente se están estudiando los diferentes escenarios del número de casos y, en función de eso, pues se reorganizaría la asistencia sanitaria del Área de Salud», subrayó.

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Otra de las dudas a las que contestó el doctor Canet fue si con las altas temperaturas cree que la COVID-19 desaparecerá. «Es una posibilidad y está fundamentada en que los coronavirus ya se conocían anteriormente», apostilló.

El médico explicó que el primero se descubrió en 1965 y durante el siglo XX fue considerado «el hermano pobre de los virus que daban enfermedades a las personas», algo que cambió en 2002, «cuando apareció una neumonía atípica en China a finales de enero, que se detectó como un coronavirus diferente y llegó a 29 países, pero desapareció en julio».

«Los coronavirus son virus que están diseminados en la naturaleza y hay muchos animales que tienen coronavirus, pero no dan problemas a las personas. Los veterinarios y los propietarios de granjas de cerdos, por ejemplo, están preocupados por el coronavirus porcino, que causa diarrea y provoca problemas económicos enormes, y, entre las farmacéuticas, encontrar la vacuna es una carrera para conseguir beneficios importantes», incidió.

A continuación, resaltó que los coronavirus humanos, hasta 2002, «no tuvieron ningún interés» y ese mismo año «desaparecieron». En el caso de la presente mutación, Canet añadió que ésta apareció en los murciélagos y «a través de algún mamífero, probablemente la civeta de palma, pasó a los humanos. Esto se sabe porque los primeros casos se localizaron en un mercado de animales vivos exóticos».

EL APUNTE

El primer paciente con coronavirus en Ibiza permanece «estable» y su evolución es «buena»

El paciente contagiado por coronavirus en Ibiza permanece «estable» y su evolución es buena, según informó ayer el Área de Salud de las Pitiusas. El hombre está sometido a tratamiento antirretroviral, según marca el protocolo del Ministerio de Sanidad. Según informaron desde el Área de Salud tras conocerse el positivo, el paciente está ingresado en una habitación convencional y sigue controles por parte de los médicos de guardia. El enfermo es un paciente procedente de Italia, lugar en el que reside habitualmente, y se trata de un hombre de mediana edad.