El administrador de la Dióceisis de Ibiza, Vicente Ribas, ayer en su despacho.

«Estamos expectantes, cada día hay nuevos casos, y el coronavirus se propaga con mayor velocidad», destaca el administrador de la Diócesis de Ibiza, Vicente Ribas, al preguntarle por la suspensión de la Semana Santa en la isla. Una incertidumbre e inquietud en la que se ven envueltos tanto los miembros de las hermandades como los representantes de organismos cofrades.

«Nos llega la información a cuentagotas, todos los días estamos en contacto con el Obispado para saber qué medidas se tomarán para Semana Santa», relata Nieves Jiménez, presidenta de la Cofradía del Santísimo Cristo del Cementerio, la más antigua de Ibiza.

Según Jiménez, lo único que pueden hacer desde las hermandades es seguir las medidas preventivas impulsadas por las autoridades sanitarias. Entre ellas, la retirada del agua bendita de las iglesias, ofrecer en la celebración de la eucaristía otro gesto de paz distinto al habitual, no darse la mano durante la celebración de la misa o no besar las imágenes.

Desde la Diócesis de Ibiza hacen hincapié en la prevención y en el cuidado de las personas de más riesgo. «No celebramos misas matinales en residencias o lugares donde se hallan ancianos, por precaución», afirmó Ribas.

Asamblea general
Pese a este desconocimiento e inquietud, las hermandades intentan trasladar a los cofrades tranquilidad y calma.

En este sentido, el presidente de la Cofradía del Santo Cristo Yacente, Toni Torres, adelantó a este medio su intención de celebrar una asamblea general para comunicar a los miembros de la congregación que las procesiones de Semana Santa todavía no han sido oficialmente suspendidas, y que hay que tener paciencia y esperanza.

Noticias relacionadas

«Están muy disgustados, tienen miedo de que se cancele el festejo como sucedió en 2019», apuntó. No hay que olvidar que, a causa de la lluvia, se tuvieron que suspender las procesiones del año pasado.

No obstante, Torres subraya que los motivos son totalmente «incomparables». En esta línea, puntualizó que la cancelación sería por un motivo de fuerza mayor. «La salud es lo primero siempre». Asimismo, los presidentes de ambas cofradías quieren subrayar que por encima de todo está la seguridad de las personas. Sin embargo, la Junta de Hermandades valora otras opciones y posibles alternativas religiosas en el caso de que se tengan que anular los festejos. «Si las autoridades sanitarias nos lo permiten, los oficios se harían dentro de las parroquias», apunta el administrador de la Diócesis de Ibiza.

Por su parte, las congregaciones prefieren no adelantarse y se muestran cautas a la hora de plantear alternativas.

Por este motivo, la Cofradía del Santísimo Cristo del Cementerio hará su habitual presentación antes de rendir culto, durante nueve días, a su Santo Patrón (Novenario). Miembros de la Hermandad destacaron orgullosos que no existe en España ninguna Congregación que haya celebrado tantos años este acontecimiento. «Esperamos que, pese al temor de contagio, las medidas preventivas sean suficientes para poder celebrar los festejos este año», relataron esperanzados.

Afirmaron que los principales focos de coronavirus están fuera de la isla, recalcando que el virus, gracias a las pautas sanitarias adoptadas, no se ha propagado hasta aquí. No hay que olvidar que para los ibicencos las celebraciones de Semana Santa son una de sus tradiciones más queridas del año.

Tradición arraigada
En Ibiza capital se organiza una procesión el Viernes Santo que sale y regresa de la Catedral, situada en la cima de la acrópolis del casco histórico. Una procesión en la que desfilan pasos de todas las iglesias de la ciudad y que recorre las callejuelas de la ciudad amurallada.

Otro imperdible de la Semana de Pasión ibicenca es el Via Crucis Viviente de Santa Eulària que se representa ese mismo día a las 10 horas y sale desde el mercado de la Villa del Río hasta el Puig. En definitiva, una tradición que los vecinos de la isla sienten con mucha devoción.