Ben Clark con su habitual sentido del humor en una imagen tomada en Málaga, donde actualmente reside.

El pasado miércoles 11 de marzo, en torno a las 21.00 horas, el destacado y premiado poeta Ben Clark (Santa Gertrudis, 1984) lanzó una idea desde su estudio en la ciudad de Málaga. Decía así: «Nos faltará el papel higiénico, pero que no nos falte la poesía. Os propongo colgar #CoronaVersos en Twitter, en este hilo o donde sea. ¡Salud y poesía! Empiezo yo». Su primera aportación fueron Las respuestas, al dorso del poeta salmantino Antonio González Iglesias y casi de inmediato muchos ciudadanos se sumaron a la iniciativa. Tanto que en apenas seis días el tuit original ha superado las 250.000 lecturas y el hashtag #CoronaVersos ha llegado a medio mundo a través de su uso en otras redes sociales como Instagram o Facebook.

Un éxito que, tal y como confesó ayer Clark a Periódico de Ibiza y Formentera, le ha superado puesto que jamás se imaginó llegar tan lejos. «La idea surgió para hacer un juego de palabras, coronaversos por coronavirus, y la primera intención era ponerla en marcha entre mis amigos a través de un grupo de WhatsApp, pero luego pensé en lanzarlo en Twitter y casi sin darme cuenta se ha multiplicado llegando incluso a México o Estados Unidos».
El caso es que en torno a la idea de Ben Clark se ha creado una enorme comunidad poética en la que participan desde autores consagrados como Juan Antonio González Iglesias, José Emilio Pacheco, Leopoldo María Panero o Alfonsina Storni a gente anónima. «Creo que una de las cosas más bonitas de esta iniciativa es que la gente ha perdido el miedo a publicar y leer poesía, ya que muchos se han animado a buscar versos en Internet o en libros e, incluso, escribir algunos poemas suyos sin que les importe el que dirán», explicó ayer Clark desde Málaga.

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Asimismo, asegura que desde que se puso en marcha la idea se han publicado todo tipo de poemas y versos. No hay una temática clara, nunca se hizo imprescindible un estilo propio ni una forma de componer los versos y, por supuesto, «en ningún momento ha sido obligatorio hablar o referirse en ellos a temas como la cuarentena, el aislamiento, el coronavirus o a cualquier otro tipo de enfermedad».

El poder de la poesía
Además, y según explicó el premiado y respetado poeta ibicenco, «con «#CoronaVersos también se ha demostrado que en momentos tan complicados como los que estamos viviendo y viviremos, la gente, sin importar su procedencia, su edad o su clase social, tiene el deseo y la necesidad de compartir algo que realmente le emocione y le ayude a tirar para adelante».
En este sentido, el impulsor de la iniciativa aseguró que se ha demostrado «que la poesía puede ser mucho más que un puñado de versos y rimas para convertirse en comunidades donde se habla de esperanza y de cosas que nos reconfortan y animan y, sobre todo, nos hacen sentirnos menos solos al recordarnos que aún podemos creer en el ser humano».
Algo «muy bonito viniendo de la poesía». Según Clark este éxito de la poesía como un fenómeno social que anima a la gente a afrontar esta situación tan complicada «es realmente sorprendente porque estamos hablando de un género que, en muchos casos, es el gran olvidado para el gran público ya que se le tiene cierto respeto y se le ve como algo no muy accesible». Además, el impulsor de #CoronaVersos está aún más sorprendido «porque el acto de la lectura de un poema o de unos versos es algo íntimo y, por lo general, solitario, que no se suele compartir».