La titular de la farmacia Tur Viñas, Amanda Tur. | DANIEL ESPINOSA

La farmacia Tur Viñas, en el número 1 de la calle Antoni Palau del barrio de la Marina, justo enfrente del Mercat Vell y muy cerca del Portal de Ses Taules que da entrada a Dalt Vila, es un símbolo en la ciudad. Suele tener mucho público en invierno, la mayoría fieles que no dudan en cruzarse la isla para ir a comprar allí, y en verano, debido al turismo, no dan a basto hora si y hora también. Sin embargo, según aseguran a Periódico de Ibiza y Formentera algunos de los farmacéuticos que allí trabajan, no habían visto nada igual desde la llegada del coronavirus.

Están desbordados, las colas durante estos días previos han sido enormes, y no paraba de llegar gente. También es cierto que ayer «ya se notaba que los ciudadanos han decidido tomarse mucho más en serio la obligatoriedad de quedarse en casa si queremos evitar los contagios del virus».

A pesar de que el volumen de clientes se ha reducido, en la farmacia Tur Viñas siguen trabajando intensamente. Por un lado están los que atienden al público y por otro los que producen uno de sus productos, un gel antiséptico o limpiador de manos que se ha convertido en un auténtico boom en Ibiza. Empresas, instituciones, cuerpos y fuerzas de seguridad del estado o simplemente personas anónimas son los que consumen en grandes cantidades los botes de color blanco de distintas dimensiones que se ofrecen.

De hecho, la demanda es tan alta que en la farmacia han decidido racionalizar las ventas. «Nosotros estamos al servicio de la sociedad, de quien más lo necesita, y como somos conscientes de que hay que llegar a todo el mundo y que nadie se puede quedar sin el gel, nos hemos visto obligados a vender únicamente dos botes por persona a quienes vienen físicamente a comprar hasta nuestra farmacia».

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A pesar de este gran éxito, Amanda Tur, titular de la farmacia, aseguró ayer a Periódico de Ibiza y Formentera que este gel no es nada nuevo, sino que se lleva fabricando en el laboratorio que tienen en la parte superior del edificio desde hace más de quince años. «Lo que queremos dejar claro es que no es algo que hayamos creado exclusivamente para luchar contra el coronavirus sino que es una fórmula que ya teníamos y que reúne todos los requisitos del Colegio Oficial de Farmacéuticos de las Islas Baleares pero si que nos ha sorprendido su éxito, ya que hemos pasado de vender unos 60 o 70 al año ha multiplicarlos por varios ceros».

Según la joven farmacéutica su fórmula no es secreta aunque debido a la situación excepcional que vive Ibiza, las islas y España se han visto obligados a reinventarse con lo que iban teniendo a mano «pero sin perder nunca su esencia ni sus cualidades».
Por ejemplo, el que se vende ahora tiene, según se lee en la etiqueta, «alcohol, agua, aloe barbadennsis, poliacrilamida, el ingrediente cosmético c13 isoparafin o laureth». Sin embargo, según Amanda Tur, en otras ocasiones también se ha usado «dimeticona para evitar la sequedad de las manos», el alcohol líquido conocido como glicerina o «distintos tipos de gelificante».

Su elaboración no resulta sencilla porque más allá de la fórmula, en Tur Viñas se hace también el etiquetado y el envasado. «No paramos de fabricar y de hecho ahora nuestro laboratorio está destinado exclusivamente a la creación del gel antiséptico y vamos con el tiempo justo, ya que solemos tardar bastantes horas a las que hay añadir envasado y etiquetado», aseguró la boticaria.


«En casa no sería necesario»
Otra cosa que quiso dejar claro Tur es que este gel no es necesario para la gente que está en su casa. «Apelamos a la responsabilidad de todos y este gel sirve para las manos de los trabajadores que están en la calle, que tocan monedas, pomos, puertas de coches y otros materiales, pero en casa lo mejor que puede haber es lavarse bien y de forma constante con agua y jabón».En este sentido, la farmacéutica hizo un llamamiento a la responsabilidad. «No tenemos que entrar en un proceso de histeria colectiva con el coronavirus y lanzarnos de forma convulsiva a comprar si realmente no lo necesitemos. Seamos buenos ciudadanos y pensemos que a lo mejor hay más gente que lo necesita más que nosotros».