Susana Camacho es otra de esas trabajadoras infatigables que no paran con el estado de alarma. Regenta la tienda Biorganic Ibiza, en la Avinguda d’Espanya, donde vende frutas y verduras ecológicas locales. Según dijo, tiene el 80% de la producción de Ibiza y trabajan con unas 15 fincas para «alimentar a la gente de manera saludable». Camacho aseguró que, aunque le gustaría quedarse en casa cuidando de su hijo de 11 años, que está solo, su «deber moral» es permanecer al pie del cañón. De hecho, esta tendera explicó que, al igual que preparan comida para llevar, están repartiendo gratuitamente alimentos como arroz, pasta y verduras por las noches «a las personas que no tienen nada». Toda la comida es ecológica y está envasada en cristal.
Como han bajado las ventas, preparan al día unos 100 tarros de comida. De ellos, desde mediados de mes, regalan alrededor de 40. Parte de ellos va a parar a Cáritas, pero, dado que dicha organización «está llena y es un foco de infección en este momento», también reparten por la calle los alimentos, así como mascarillas y guantes, explicó Camacho.
La tendera informó de que, a causa del coronavirus, han reducido el horario de apertura una hora y media, hasta las 20.00 horas, y que hacen dos turnos de seis horas. En este sentido, Camacho lamentó que no vayan a recibir ayudas del Gobierno al ser autónomos, por lo que harán lo que puedan hasta que se normalice una situación que está viviendo «con mucha tristeza y preocupación». Por este motivo están tan involucrados, hasta el punto de que no hay un pedido mínimo que el comprador tenga que solicitar para que se le entregue en casa.
Así, sucede que, a veces, antes de ir a casa a ver a su hijo para comer, tiene que entregar comida a Talamanca o a cualquier otro lugar más o menos próximo. Por fortuna, últimamente han recibido más material que de costumbre, ya que iban a montar un puesto en la feria de Horeca, pero se ha cancelado. «Nos encontramos con un exceso de pedido, por lo que no hay mal que por bien no venga», se consoló Camacho, quien, pese a todo, insistió en que les perjudicará la falta de ayuda por parte del Gobierno a pequeños empresarios y autónomos. «Con 700 euros no pago la electricidad ni el alquiler», se lamentó.
Concienciada como pocas, capaz de trabajar durante tres días 18 horas seguidas sin parar a comer, Camacho lo hace para abastecer a todos los interesados. «No hay ningún motivo para salir de casa», avisó Camacho, quien informó de que no tienen «carencia de alimentos», hasta tal punto que podrían abastecer Ibiza durante dos meses. En este sentido, alertó a la gente de la importancia de «alimentarse bien para que el sistema inmunológico esté fuerte».
Eso sí: en su opinión, hay que adaptarse a los tiempos, pero, pese a ello, «la temporada difícilmente se va a salvar». Sin embargo, Camacho envió un mensaje de esperanza a la isla: «Entre todos, lo superaremos».
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