«Parece que los casos que requieren ingreso hospitalariorepresentan entre un 15 o 20% de la población afectada», explicó ayer el portavoz del comité de gestión de enfermedades infecciosas, Javier Arranz. Y si actualmente hay 755 positivos detectados por tener síntomas graves, según los datos facilitados por Salut, el número real de contagios en esta comunidad estaría en una horquilla de entre 3.775 a 5.033 personas.

Lo cierto es que «será muy superior al de los que conocemos», añadió Arranz. «De ahí las medidas de confinamiento sean las más importantes para disminuir el número total de personas afectadas», dijo.

El director del Centro estatal de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, advertía sin embargo que un descenso de transmisión no irá acompañado al instante de una caída de la presión asistencial, sino que ésta irá aumentando durante unos cinco días más.

Noticias relacionadas

De ahí que una de las instrucciones del Ministerio que en Balears se sigue a rajatabla sea que los pacientes positivos hospitalizados que ya no presentan síntomas graves se les dé el alta para que terminen de pasar la convalecencia en su domicilio. Es decir, si al principio de la epidemia era necesario dar negativo dos veces en las pruebas de diagnóstico antes de volver a casa ahora dan altas hospitalarias a casos que siguen positivos. Eso sí, junto al alta médica, se les recomienda aislamiento domiciliario y sólo tras un seguimiento de al menos 14 días o hasta dar negativo en la prueba, se le contabilizará como una persona que ha superado la COVID-19.

De esta manera Salut se garantiza más camas disponibles en los hospitales y las unidades de cuidados intensivos y mantiene el sistema preparado para el peor de los escenarios. Sin embargo, a pesar de lo que dicte el protocolo cabe preguntarse si es necesario en el momento actual, ya que Balears ha preparado un millar de camas para hospitalización y ha habilitado hasta cuatro hospitales para acoger a este tipo de enfermos leves que no están ni al 50 % de la ocupación.

El mismo Fernando Simón recomendaba ayer que se mantuviera una prudente distancia interpersonal entre aquellos que deben trabajar, sobre todo si presentan riesgo, y que se autoaislasen al llegar al domicilio.