Caty Tur lleva más de dos décadas trabajando en la librería Blau Press de Ibiza. | DANIEL ESPINOSA

La librería Blau Press es uno de los establecimientos más conocidos del centro de la ciudad de Ibiza. Situado en el número 28 de la Avinguda Isidor Macabich de la ciudad lleva casi tres décadas ofreciendo prensa diaria, revistas, álbumes de cromos, material de oficina, bolígrafos, juegos de cartas y hasta mecheros a residentes y trabajadores del barrio, viajeros que iban a coger el autobús para ir a otras partes de la isla antes de trasladarse las paradas al Cetis o turistas que disfrutaban de las bondades de Vila.

Dentro de Blau Press ya es un clásico ver atendiendo al personal a Caty Tur. Lleva allí más de más de 20 años y a día de hoy, a pesar de la crisis del coronavirus, sigue trabajando al pie del cañón. Eso sí, asegura que nunca ha visto nada igual a esto «y que se ha notado un importante bajón en las ventas». Tanto que, por primera vez desde que ella lleva trabajando en la librería se han planteado dejar de hacer su horario habitual, desde las 08.30 a las 20.00 horas, y cerrar por las tardes.

Compagina los turnos con su compañera Mar Verdera y ambas coinciden en que lo que más ha cambiado ha sido la forma de relacionarse con el cliente y la forma de atenderles. «Antes la gente hacía cola, hablaba unos con otros, consultaban cuentos, revistas o rotuladores mientras esperaban y se relacionaban mucho más entre ellos pero ahora, por el miedo al contagio y por los consejos del Ministerio de Sanidad, hacen cola a la distancia recomendada, cogen lo que vienen a comprar, lo pagan y sin decir nada, tal como han entrado, se van por la puerta», explicó ayer a Periódico de Ibiza y Formentera Tur.

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Esta situación «extraña y difícil de llevar» también tiene un lado positivo, según la veterana vendedora. «Esto nos demuestra que la gente está concienciada y que realmente, con las cifras que estamos viendo en otras ciudades, comunidades y países, empezamos a tomarnos las cosas mucho más en serio».

«Se sigue vendiendo prensa»
Preguntada por si el estado de alarma ha modificiado los hábitos de compra de los vecinos, Caty Tur confirma con una pequeña sonrisa que la prensa se sigue vendiendo, «al menos hasta ahora». «No te puedo decir cifras exactas pero te puedo confirmar que los compradores clásicos de periódicos, esos de todos los días, siguen comprándolos por la mañana porque por la tarde el bajón de ventas que hemos notado es terrible, casi a cero», apunta.

Por último, la vendedora de esta librería también quiso tranquilizar a los lectores sobre los bulos que hablan del desabastecimiento en nuestra isla. «No creo que eso llegue a pasar en Ibiza. Nosotros, por ejemplo, no tenemos problemas porque pertenecemos a una empresa de Palma que siempre está muy pendiente de todo y además, los comerciales que siempre nos han traído algunos otros productos que vendemos como los refrescos siguen trabajando intensamente día tras día para que no falte de nada. Hacen todos un trabajo encomiable y a veces poco reconocido».