Los apartamentos de Figueretes en los que se alojan varios sanitarios. | DANIEL ESPINOSA

Los profesionales sanitarios quieren evitar la propagación del coronavirus entre sus familias y una decena de ellos han decido autoaislarse para no tener contacto con ellos tras su jornada laboral. Desde el viernes que se puso en marcha esta iniciativa, con la cesión de 46 apartamentos cedidos por Palladium Hotel Group y otros 14 que ha puesto a disposición la familia Verdera, una decena de sanitarios se han autoaislado.

En el caso de profesionales del Área de Salud, de momento ya hay siete profesionales en los 46 apartamentos ofertados por el Consell de Palladium. De estos, tres son del edificio J, de la Unidad de Media Estancia Ca Na Majora y cuatro profesionales de Medicina Interna F. Todos ellos trabajan en contacto directo con personas con coronavirus. De hecho, uno de los criterios para alojar a personal es que atienda directamente a pacientes positivos por COVID-19. Hay otras once solicitudes más que se irán respondiendo.

Esta iniciativa partió de dos profesionales del 061 que la trasladaron a la Gerencia del Área de Salud, desde donde se canalizan las peticiones.

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También hay al menos una media docena de profesionales sanitarios alojados en los catorce apartamentos cedidos por la familia Verdera en ses Figueretes. En estos alojamientos hay también personal sanitario de Can Misses, del 061, un médico de la Policlinica e incluso del aeropuerto. En los servicios mínimos del aeropuerto se hace un control sanitario a los pasajeros que aterrizan y despegan de estos aviones. Ayer estaba previsto que entrara una profesional del 061 y hoy se contempla la llegada de otra persona. Los apartamentos cuentan con una habitación con dos camas pero se están ocupando de forma individual.

El personal sanitario que accede a estos apartamentos cuentan con familiares de riesgo, con patologías, y han decidido estar alejados de ellos durante el trabajo para evitar ser una vía de contagio.

Ante la pandemia, los profesionales sanitarios muestran su preocupación a contagiar a sus más allegados. Uno de ellos, Marcos Romero, un enfermero del 061, uno de los servicios en primera línea de esta batalla contra el coronavirus ya que están en contacto con pacientes sospechosos, relataba que estuvo tres días aislado en una habitación de su casa al presentar síntomas y saber que una de las personas con las que tenía contacto había dado positivo. Tras la prueba dio negativo y se puso manos a la obra para impulsar esta iniciativa que está en marcha.