El médico de familia Alberto Sanagustín en uno de los vídeos recientes que tiene en Youtube.

«Lo bueno, lo feo y lo malo» es el título de uno de los vídeos más recientes que protagoniza un medico youtuber ibicenco que cuenta con 307.000 suscriptores. Se trata del doctor Alberto Sanagustín, un médico de familia del centro de salud de Es Viver, que publica vídeos de contenido didáctico desde hace ocho años sobre diferentes temas de la medicina dirigidos a estudiantes de Medicina y Enfermería, pero algunos son muy divulgativos.

Desde hace un mes se centra en el coronavirus. El último de ellos, dirigido a sanitarios, versa sobre la valoración telefónica de la disnea o dificultad respiratoria de los posible pacientes Covid-19, unos de los síntomas más importantes. «Hay que preguntar al paciente cómo esta su respiración, distinguir una dificultad respiratorio ansiosa o la pulmonar, que no siempre es fácil, si su respiración es más difícil de lo normal y preguntarle si ha tenido que dejar alguna actividad, también la forma de hablar del paciente es una forma de exploración física indirecta», explica.

La mayoría de las consultas que están haciendo los médicos en esta época de crisis son telefónicas por motivos de seguridad.

Donaciones
Otras publicaciones, como el vídeo «Lo bueno, lo feo y lo malo», con casi 45.000 visualizaciones, son más dirigidas a la población en general. Habla de cosas positivas que están surgiendo como la solidaridad de particulares y empresas que están donando material al Área de Salud. Otro aspecto positivo son los aplausos, la cita diaria de las ocho de la tarde en la que la gente sale a los balcones a aplaudir al personal sanitario y a las Fuerzas de Seguridad. «Hay quien lo ve como algo superficial y negativo pero además de entretenerse sirve para mantener a la gente unida y luchando por una causa común», dice. Sanagustín insiste en la necesidad de seguir aislados, «es positivo, aplanará la curva para que el colapso del sistema sanitario no llegue a ser tan grande, vaya disminuyendo y que en un espacio de dos o tres semanas se vean resultados».

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Credibilidad
Respecto, a lo feo y a lo malo, aseguró que hay que «afinar el sentido crítico» ante las informaciones que aparezcan a nivel nacional y la falta de credibilidad acerca de los datos oficiales, ya que las primeras noticias oficiales acerca del coronavirus restaban importancia al virus. «Es muy triste porque resta credibilidad al Gobierno, porque necesitamos confiar en alguien. Al final, cuando estamos en una situación muy difícil necesitamos a alguien que nos oriente». Califica de «estremecedor» la cifra de muertos, en los que hay días que llega a un millar. «Es como si hubiera habido cinco atentados del 11-M en un día; es estremecedor, si estableces estos paralelismos. A veces parece que no somos conscientes de la magnitud de la tragedia», reflexionó. Asegura que los datos oficiales son inexactos, «te pueden dar una idea general, pero no son realistas», ya que el número de pruebas que se hacen son muy limitadas. En el caso de pacientes sólo se hacen a los que ingresan.

«Estamos hartos de llamar a pacientes con síntomas compatibles con COVID-19 pero lo llevan bien y están en su domicilio. No les hacen la prueba», dice. Además, expresa su temor a que los sanitarios «sean foco de contagio». «Habría que hacer más test, pero está descontrolado en España. Creo que no hay suficientes y también debería de haber manos», en alusión al personal sanitario que los haga.

Otra cuestión que pone sobre la mesa es si mutará el virus o la estacionalidad. «En España ha pasado la época de la gripe pero aquí el coronavirus sigue, parece que el calor no le afecta demasiado», apunta.

Desprotegidos
Otro de sus vídeos más virales fue publicado el pasado 28 de marzo, con 141.847 visualizaciones, donde hablaba de la muerte de los sanitarios y del riesgo de contagios en los centros de salud. «Se habla mucho de los hospitales, pero en los centros de salud estamos muy expuestos porque somos mucha gente, no sólo médicos sino enfermeros, administrativos y personal de limpieza» e incidía aún más en los médicos de pueblos, que «están especialmente desprotegidos».

Asegura que la relación del hospital con atención primaria está funcionando bastante «en consultas telefónicas y telemáticas» para evitar aglomeraciones. Respecto a la situación de Ibiza, aseguró que para saber el número real de casos «hay que multiplicar por diez los datos oficiales y te dirán los casos que hay realmente».