La Unidad de Media Estancia Ca Na Majora alberga a los usuarios de las residencias sociosanitarias.

El coronavirus impide el contacto físico desde el exterior con los pacientes hospitalizados. La figura del acompañante ha desaparecido de los hospitales, una situación impensable hace unos meses antes de que estallara la pandemia. Para las familias de los más mayores, como los ingresados en la Unidad de Estancia Media de Ca Na Majora, el centro que se puso en marcha el pasado 26 de marzo para ampliar el número de camas para pacientes con Covid-19, es fundamental saber cómo se encuentran sus padres.

Actualmente hay trece pacientes ingresados, siete mujeres y seis hombres, con una edad media de 75 años. El más joven tiene 63 años y el más mayor ha cumplido 94.

La mayoría tiene hijos
La mayoría de los pacientes ingresados tiene hijos a los que se les informa del estado y evolución diario, algunos incluso mantienen contacto con sus familiares a través de videollamadas. «Es muy importante la información a los familiares en áreas restringidas donde no está permitido el paso para evitar contagios. La comunicación con las familias es diaria y fluida y con ella se pretende reducir la ansiedad y estrés de las familias por esta situación», explican fuentes sanitarias.

Diez fallecidos por el coronavirus

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La pandemia del coronavirus se ha cobrado diez víctimas en las Pitiusas, seis hombres y cuatro mujeres. Las personas mayores están siendo el colectivo más vulnerable. La edad media de los fallecidos ha sido de 86 años. Cuatro de ellos procedían de la residencia de Can Blai, concretamente tres varones y una mujer, otros tres se encontraban ingresados en el Hospital Can Misses en el momento de su fallecimiento y un matrimonio nonagenario, que murió con un día de diferencia, estaba hospitalizado en la Policlínica del Rosario. El último fallecimiento, una mujer de 90 años con patologías previas, ocurrió el lunes pasado en la Residencia Reina Sofía.

De los trece pacientes ingresados en Ca Na Majora, diez proceden de Reina Sofía, otro de Cas Serres, otro de Can Blai y otro de un domicilio. El brote de Reina Sofía del pasado fin de semana supuso el traslado e ingreso de una decena de residentes a Ca Na Majora sin sobrecargar ni saturar otras unidades como la de Medicina Interna en la que ayer había 25 pacientes ingresados por coronavirus.

Ocupación
El hospital Can Misses habilitó 56 camas en dos plantas del antiguo centro hospitalario reconvertido para ampliar el número de camas para pacientes procedentes de residencias sociosanitarias. Una treintena de profesionales se han contratado entre los que se encuentran cuatro médicos, diez enfermeras, diez técnicos auxiliares de enfermería y cinco celadores.

Además de estas 56 camas, el Área de Salud cuenta con otras 184 camas para pacientes positivos, lo que suman un total de 240. De estas 240, 33 son de Cuidades Intensivos que tienen una ocupación del 27%, ayer había nueve pacientes ingresados, y otras 73 corresponden a las unidades de Medicina Interna, que tienen una ocupación del 34%. El hotel medicalizado para casos leves, con 78 camas, no disponía ayer de ningún paciente ingresado.