Alertan de que hay más de un centenar de desagües vertiendo en la bahía de Sant Antoni

La iniciativa Salvem sa Badia de Portmany ha realizado un recuento de los desagües y aliviaderos submarinos que existen en la bahía de Sant Antoni y ha concluído que en la actualidad hay 109 conductos que vierten directamente en el mar y que muchos de ellos no cuentan con autorización y se desconoce si son pluviales o fecales.

Para la realización de este recuento han utilizado como fuente la Infraestructura de Dades Espacials de les Illes Balears (ideIB), que gestiona el Govern balear. Esta herramienta, de libre acceso a través de Internet, recopila datos procedentes de distintas fuentes institucionales. «La ideIB establece que en el litoral que abarca desde Cala Bassa hasta Cala Gració existen un total de 100 conductos de vertido. De ellos, 47 serían desagües y el resto canalizaciones de naturaleza indefinida. Dichos elementos están realizados con materiales muy diversos, como pvc, hormigón, aluminio, fibrocemento, hierro, acero inoxidable o polivinilo, entre otros», han precisado.

A las citadas conducciones, además, hay que sumar el emisario de es Caló de s’Oli y otros ocho aliviaderos que derivan aguas fecales al mar cada vez que se produce un atasco en el colector principal que discurre en paralelo a la costa. «Esta situación, que debería de ser excepcional, ocurre con más frecuencia de la que sería deseable, ya que el colector de aguas fecales es una infraestructura muy obsoleta, instalada en los años 70; es decir, hace casi medio siglo. Dichos ocho aliviaderos se adentran ligeramente en el mar y están situados en ses Coves Blanques, es Pouet, s’Estanyol, es Caló d’en Serral (dos), Punta Pinet, Punta Xinxó i Punta de ses Fontanelles».

Esta iniciativa ciudadana ha reseñado que la contaminación a causa de los vertidos de aguas fecales «constituye una de las mayores debilidades que afronta un territorio en el que residen unos 28.000 habitantes y con alrededor de 30.000 plazas turísticas».

Además, han recordado que la Agencia Europea de Medio Ambiente calificó el año pasado a un total de nueve playas españolas como insalubres, entre ellas, la bahía de Portmany. «La reducción de los índices de contaminación, por tanto, constituye un objetivo estratégico tanto para mejorar la calidad de las aguas de baño como para ofrecer garantías sanitarias a los bañistas y evitar un grave deterioro en la imagen de la bahía como destino turístico de sol y playa», destacaron desde esta iniciativa ciudadana.