Un operario da de comer a las cabras.

En julio de 2018 este redactor que firma arriba escribió sobre la desaparición de la cabra ‘Barbies’. Su propietario, Rafael Tur, denunció en su momento al Institut Balear de la Natura (Ibanat) la huida del macho cabrío de su pequeña explotación ganadera. En aquel momento el ‘boc’ tenía cuatro años.

Tur solicitaba información sobre su paradero. «Es un animal muy especial», manifestaba en aquel momento, no sólo por que se trate de un «macho muy bonito», sino por ser un animal muy productivo.

Su propietario pensó que sería fácil recuperarlo. De hecho los agentes lo encontraron cerca del centro de protección de animales de Sa Coma. Sin embargo el animal se escabulló y se perdió en las montañas.

Durante este tiempo una vecina de Tur perdió otra cabra que escapó por la Serra Grossa y que tras probar las mieles de la libertad decidió no volver. Cuál fue la sorpresa del propietario del ‘boc’ al ver hace algunas semanas al animal que una vez fue suyo, ¡con familia!

La cabra y el ‘boc’ parece que comparten su vida en plena naturaleza y que crían a un cabritillo en las montañas ibicencas.

El aviso de su aparición lo recibió en un primer momento de un amigo suyo que avistó al animal en una cantera mientras practicaba ciclismo. En aquel momento Barbies estaba solo. Sin embargo, cuando Tur fue a preguntar a los trabajadores si habían visto al animal estos le enseñaron varias imágenes de la familia al completo. Al parecer acude de tanto en tanto a la cantera donde los trabajadores le dan de comer por simpatía.

Una historia de adaptación y supervivencia en el entorno natural de una animal doméstico que ya parece acostumbrado a su vida en libertad.

Tur apunta que en algún momento deberá producirse la captura de Barbies, dado que no se trata de una especie salvaje. Desde luego la dificultad será atraparlo, porque Barbies no entiende de leyes y parece que querrá seguir saltando por los montes y brincando por los collados.