Agentes de la UCRIF de la comisaría de Ibiza detuvieron a la mujer tras realizar la investigación. | DANIEL ESPINOSA

Coaccionadas y obligadas a ejercer la prostitución bajo la amenaza de ser expulsadas de la casa donde vivían si no le reportaban a su explotadora los ingresos suficientes para el pago del alquiler. Así se encontraban las dos chicas que, según la investigación policial, eran explotadas por un mujer de 43 años que ha sido detenida por agentes de la Policía Nacional de la comisaría de Ibiza.

Según informaron ayer fuentes policiales, la investigación se inició por la Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (Ucrif) de Ibiza tras tener conocimiento de un posible caso de dos mujeres que estarían siendo explotadas sexualmente por otra bajo la amenaza de dejarlas sin techo. Además, una de la víctimas llegó a ser agredida físicamente.

El piso donde residían y en el que estarían siendo obligadas a ejercer la prostitución había sido controlado por efectivos de la Ucrif en numerosas ocasiones desde hacía varios años. Las mismas fuentes indicaron que desde hace unos tres años la encargada y responsable de la vivienda era la misma mujer. Esta persona, bajo el pretexto de cobro de alquiler de las habitaciones que ocupaban las mujeres, controlaba directamente la actividad mediante la inserción de anuncios en distintas páginas Web de contactos sexuales, a través de las cuales captaba clientes para las mujeres que tenía alojadas en la vivienda.

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Se quedaba con el dinero

Fuentes policiales advirtieron que en la situación actual, debido al estado de alarma, había descendido el número de clientes, pero la presunta ‘madame’ seguía reclamando a las mujeres el pago íntegro de sus ingresos en concepto de alquiler de las habitaciones de la casa. Asimismo, habría cobrado directamente a los pocos clientes que han acudido en las últimas fechas, y supuestamente se habría quedado el 80 por ciento de los contactos sexuales de las mujeres.

Las denunciantes se encuentran en una delicada situación económica y de vulnerabilidad, teniendo familiares en su país que dependen económicamente de sus ingresos y del dinero que les remiten, por lo que se ha informado de su situación a una ONG de la isla para su asistencia. Hace dos semanas la Policía Nacional liberó a otras dos jóvenes que eran víctimas de explotación sexual.