Catalina Roselló y Francisco Ribas en su 70 aniversario. | DANIEL ESPINOSA

«Yo ya ni me acuerdo del momento en que nos conocimos, he perdido la memoria», decía Catalina Roselló, con lo que se intuye como una sonrisa tras la mascarilla.

Ella y su marido, Francisco Ribas, –ambos vecinos de Sant Josep– se casaron un 5 de mayo de 1950 y quién les iba a decir que cumplirían su 70 aniversario confinados en casa y ataviados con mascarilla por una pandemia.

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Pero así sucedió ayer y el Ayuntamiento de Sant Josep quiso reconocerles, ayudados de voluntarios de Protección Civil. Según indicó el concejal de Hacienda, Vicent Roselló, tras una pequeña investigación constataron que son una de las parejas que más tiempo lleva casada dentro del municipio.

«Al principio lo pasamos muy malamente porque entonces no había comida, trabajo, ni nada. Tuvimos que capear un poco el temporal porque hasta el 54 o 55 había libretas de racionamiento, pero solo habían las libretas, la ración era pequeña», resaltó Francisco.

Catalina sin embargo no tiene tantas quejas porque antes «estaba mal para todos» y afirmó que «todo les ha ido bien» a base de mucho trabajo y pasar el tiempo con lo que tenían. Una tía abuela de Francisco les legó la finca de Cas Torres con 60.000 metros cuadrados, que tuvieron que remodelar aplanando el terreno y construyendo un corral, que luego les ha servido de casa, para dedicarse a la agricultura. Una labor que Francisco compaginó con la de saliner en Ses Salines hasta los 62 años.