El juicio se celebró ayer en los juzgados de sa Graduada, en la primera jornada de actividad. | DANIEL ESPINOSA

Dos años y un día de prisión. Es la pena impuesta ayer por la titular del juzgado de lo Penal número 2 de Ibiza, Martina Rodríguez, a un vecino de Ibiza acusado de un robo con violencia cometido a principios de año en pleno centro de Vila con la técnica del ‘mataleón’.

El acusado, un vecino de Ibiza que se encuentra en prisión provisional desde su detención a finales de enero, compareció por videoconferencia y ratificó el acuerdo de conformidad que previamente habían alcanzado su defensa y el representante del Ministerio Fiscal, que inicialmente solicitaba una pena de cuatro años y medio de prisión.

Durante la vista, la primera que se celebra en el nuevo marco judicial abierto ayer con la entrada en la fase 1 de desescalada, el hombre reconoció los hechos y la magistrada dictó la sentencia in voce.

Según el relato de los hechos, el acusado, vecino de Vila, abordó por la espalda a la víctima, que había bajado a la calle para tirar la basura. Tras cogerle por el cuello y arrebatarle sus pertenencias, el hombre salió corriendo pero fue alcanzado en Vara de Rey. La Policía logró recuperar los objetos robados menos unas gafas que perdió en la huida.
El individuo alegó que había actuado bajo los efectos de sustancias estupefacientes.

Investigación policial
El pasado 10 de febrero, la titular del juzgado de Instrucción número 3 de Ibiza, Carmen Martín, ordenó el ingreso en prisión, comunicada y sin fianza, de un segundo detenido por hechos similares.

La investigación desarrollada por la Policía Nacional de Ibiza desencadenó la localización y arresto de este hombre en relación a una cadena de robos con violencia e intimidación en la ciudad de Ibiza.

La operación policial arrancó el pasado 23 de enero cuando la Policía Nacional arrestó a un hombre que había sido retenido por otro hombre al que pretendía robar con la conocida como técnica del ‘mataleón’.

Según detallaron fuentes de la investigación, este peligroso método consiste en atacar a la víctima por la espalda, estrangulándola hasta conseguir la pérdida de conciencia debido a la presión ejercida sobre la arteria carótida, una acción que produce una disminución del flujo sanguíneo al cerebro. Fuentes policiales subrayaron que la práctica de esta maniobra puede llegar a provocar la muerte de la víctima.