Un total de 596 pasajeros llegaron este miércoles a los aeropuertos de Palma, Ibiza y Maó, cifra que supone un incremento del 44,6 % respecto al mismo día de la semana pasada.

Según los datos de la Guardia Civil, el aeropuerto de Son Sant Joan registró este miércoles pasado la llegada de 387 pasajeros. Esa cifra supone un 51,7 % más que el miércoles de las semana pasada; mientras que otros 380 salieron de Mallorca, un 28,8 % más, en los 33 vuelos que operaron, lo que supone un incremento del 135 % respecto a los 14 del día 6 de mayo. El aeropuerto de Ibiza recibió este miércoles a 151 viajeros en un vuelo de entrada, un 35 % más que el mismo día de la semana pasada; y otros 81 abandonaron la isla en un vuelo de salida, un 9,4 % más.

El aeropuerto de Menorca, por su parte, contabilizó a 58 personas que llegaron, un 26 % más que el miércoles de la semana pasada; y 46 se marcharon de la isla, un 64,2 %, en cuatro vuelos programados, el mismo número que el 6 de mayo.

Por otra parte, la dirección insular de la Administración del Estado en las Pitiusas ha autorizado 350 desembarcos en los puertos de Ibiza la Savina desde el inicio del estado de alarma.

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La mayoría de estas autorizaciones corresponden a trabajadores esenciales y, desde el 13 de abril y una vez finalizado el permiso retribuible recuperable, a empleados del sector de la construcción tras la reactivación de dicha actividad, según informaron desde de la Delegación del Gobierno. Asimismo, también se ha autorizado el desembarco de ciudadanos que han alegado llegar a la isla para cuidar a personas mayores, dependientes o niños. Desde el inicio del estado de alarma, la dirección insular ha atendido unas 4.000 llamadas telefónicas, unas 120 al día, a las que se suman más de 300 consultas vía correo electrónico.

A día de hoy, y ya entrados en la fase 1 de la desescalada, fuentes de la dirección insular aseguran que el volumen de consultas sigue siendo el mismo.

De estas consultas, el 90 % de las llamadas telefónicas eran consultas sobre desplazamientos prohibidos, mientras que el 70 % de los correos electrónicos también fueron rechazados. Entre estas consultas destacan las realizadas por jóvenes pitusos que querían volver a sus pisos de estudiantes en la península para recoger sus cosas, hecho no autorizado por la imposibilidad de moverse entre provincias, la viabilidad de hacer mudanzas o la posibilidad de moverse entre Ibiza y Formentera para ir a segundas residencias.

Además, la dirección insular de la Administración del Estado también ha tenido que enfrentarse al fondeo de más de una decena de embarcaciones localizadas en la bahía de Sant Antoni y en s’Espalmador, en Formentera. En estos casos, las embarcaciones llegaron días antes del decreto del estado de alarma y fueron notificados desde el principio que debían volver a sus puertos. De forma excepcional se les autorizó a desembarcar para comprar productos esenciales y con el fin de continuar su ruta hasta atracar en sus puertos, no para fondear.

Por otro lado, ya se ha iniciado la tramitación de medio millar de sanciones interpuestas desde el inicio del estado de alarma. En este punto, señalan que el volumen de sanciones se ha cuadriplicado y, a día de hoy, se está gestionando el triple de sanciones habituales en un año.