Imagen de archivo de Vicent Torres Ferrer, exdirector insular de Turismo.

El director insular de Turisme de Ibiza, Vicent Torres Ferrer Benet, responde a la patronal Ocio de Ibiza en una carta abierta (leela aquí) sobre la regulación de la oferta de beach clubs. Benet afirma en el escrito que se trata de una «oferta que legalmente está regulada, según establece el artículo 60 de la Ley Turística 8/2012 de 19 de julio. Por tanto, cualquier actividad que cumpla con los requisitos de un club de playa puede registrarse en los registros insulares existentes en cada uno de los consells insulares o en el Govern para el caso de Mallorca (…) al igual que cualquier otra empresa, actividad o establecimiento turístico contemplada en dicha ley Turística también puede y debe inscribirse».

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Benet afirma que en la legislatura pasada se crearon los registros que establece la Ley Turística, «por lo que aquellos establecimientos que se comercializaban como beach club si querían continuar haciéndolo debían formalizar el correspondiente registro insular de dicha actividad, trámite que consiste en una declaración responsable de inicio de actividad turística, conocida como DRIAT». Esta DRIAT es «declarar que se cumple con los requisitos necesarios para desarrollar la actividad para la cual se pretende optar a dicho registro, declaración que puede ser un fraude cuando, incumpliendo los requisitos establecidos, se declara igualmente el cumplimiento de ellos». En este sentido, el Consell d’Eivissa «no autoriza el ejercicio de este tipo de actividades» sino que, en el marco de sus competencias, «se limita a inscribir las mismas en el correspondiente registro una vez que el servicio de inspección ha efectuado las oportunas comprobaciones y la declaración responsable coincide a todos los efectos». «En ningún momento durante durante la legislatura socialista se eliminó ningún registro de ningún tipo de actividad, simplemente, no se inscribió ninguna actividad que no cumpliera con los correspondientes requisitos para ser inscrita. Claro ejemplo fueron los establecimientos que presentaron una solicitud de inscripción pero que por su tipo de licencias o títulos habilitantes no podían ser inscritos dentro de la modalidad de club de playa, al ser simplemente establecimientos legalizados como restaurantes o alguna otra modalidad. Desde el PSOE se impulsó en ese momento un cambio normativo precisamente encaminado a poder regular una oferta motivo de mucha controversia, oferta que desde ciertos sectores se ve como un segmento diferenciador de la oferta turística, pero que desde otros sectores se ve como una actividad molesta por el enclave que se encuentra y los problemas que genera». El exdirector insular de Turismo asegura en la misiva, además, que «la solución fue que cada isla pudiese regular, en el marco de sus competencias, lo que quiere hacer con esta oferta de clubes de playa, cómo han de ser y qué requisitos han de cumplir. Y res por este motivo que la ley 6/2017 de 31 de julio que modifica la Ley Turística, incorpora un punto 3 al artículo 60 que regula los clubes de playa». En ese punto se establece que los consells pueden decidir, en el marco de sus competencias si «regular, condicionar o prohibir, de manera debidamente motivada, las actividades turísticas» y que las mismas deberán hacerse «por acuerdo de pleno y previo informe del ayuntamiento en cuyo término se ubique la actividad en cuestión. El informe municipal será vinculante siempre que proponga una mayor restricción». Benet recuerda, además, que Sant Joan acordó un «’no’ rotundo a este tipo de actividad, lo cual es un signo de pluralidad de opiniones hacia este tipo de actividad».

«Los resultados electorales de mayo 2019, quisieron que los socialistas no pudiéramos continuar en el Consell Insular con el proceso iniciado y que seguramente hubiese servido clarificar muchas dudas que aún hoy existen en torno a esta actividad. Pero una cosa sí está clara, los registros insulares existen y la adecuada herramienta que nos permite una cierta autonomía para regular esta actividad de la manera que nosotros queramos, también sigue existiendo», concluye el exdirector insular de Turismo de Ibiza.