Técnicos municipales visitaron ayer el edificio para inspeccionarlo y determinar cuál podría ser su futuro. | DANIEL ESPINOSA

«La situación es complicada. Los propietarios e inquilinos de los apartamentos tienen un problema porque es un edificio que tiene una patología compleja. Estamos a la espera de que los técnicos certifiquen el estado real y no nos atrevemos a decir nada cierto por que todavía no tenemos los datos, pero los informes que tenemos es que la cosa pinta mal». El alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas, fue franco ayer ante los medios, siempre desde la cautela ante una situación por comprobar. Pero los próximos días parece que serán complicados para las personas residentes en el bloque A de los apartamentos Don Pepe.
Según explicó el concejal de Urbanismo, Ángel Luis Guerrero, el pasado miércoles el Ayuntamiento de Sant Josep contrató a un arquitecto experto en estructuras para comprobar la situación de la escalera número 1. El día anterior había caído un trozo de 2 metros por 80 centímetros de forjado y hormigón entre el cuarto y el quinto piso. Tras seis horas de análisis concluyó que había un riesgo alto para la seguridad de las personas y ayer mismo se produjo el desalojo. Ya en ese momento constató que la patología que afectaba a esa escalera podía afectar al resto del bloque.

Patologías
«Se trata de un edificio construido en el año 60 que está en un ambiente salino. Las estructuras a primera vista están bastante deterioradas, las armaduras han reventado y hay hierros por fuera del hormigón», explicó Guerrero.

Tras el desalojo se decidió apuntalar el edificio por seguridad, unos trabajos que se iniciaron ayer. El siguiente paso será hacer toma de muestras de la estructura en el resto del bloque para determinar si es necesario actuar en todo el edificio si tiene la misma patología. Para estos trabajos se ha contratado también a otro aparejador. «Exteriormente aparenta que la solución no es sencilla», valoró Guerrero.

En cuanto a la situación legal, el concejal de urbanismo la calificó de «complicada». El edificio está fuera de ordenación y las obras permitidas en estas circunstancias están muy limitadas, pero indicó que el Ayuntamiento estaba estudiando las posibilidades.

El edificio muestra varias irregularidades. Al parecer se solicitó licencia para hacer un bloque y se hicieron dos. Además se hicieron cinco alturas cuando estaban permitidos cuatro. «Es verdad que se han pedido licencias a partir de comunicaciones responsables de algunas obras, pero todas se han denegado», informó Guerrero, a excepción de la instalación de ventanas por parte de Aena para insonorizar el edificio hace entre tres y cinco años «que quizás en su momento no se debió conceder».

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Aseguró que desde el Consistorio no existe ningún interés en que estos edificios no estén habitados y que se hará lo posible por encontrar la mejor solución a este problema. Insitió, como ya había hecho el alcalde, en que lo primero es la seguridad de las personas.

Familias desalojadas
La concejala de Bienestar Social, Ana Ribas, informó de que el pasado jueves fueron desalojadas 14 personas: 2 parejas, 2 familias con dos niños, un hombre y una mujer. Indicó que los técnicos de Servicios Sociales trabajan con los residentes de cada hogar de forma individualizada.

A todos se les realojó temporalmente en los apartamentos Bon Sol de Platja d’en Bossa. Una de las familias ya tiene una vivienda en la que está realojada. «Trabajaremos en los próximos días para encontrar una alternativa para cada familia que se estudiará caso por caso», indicó.

«Empatizamos mucho con los afectados. Esta medida no ha sido un capricho del ayuntamiento, realmente la situación del edificio es tan mala que no podíamos hacer otra cosa que salvaguardar la seguridad de las personas a través del desalojo», aseguró el alcalde.

En los apartamentos en los que están alojadas las familias, indicaron que el jueves recibieron la solicitud de seis apartamentos por parte de los Servicios Sociales de Sant Josep. Las familias llegaron sobre las 22:00 horas con sus pertenencias y de momento los apartamentos se han contratado por una semana, pero que existe disponibilidad para todo el tiempo que se prolongue esta situación. Los apartamentos Bon Sol fueron los únicos abiertos durante el estado de alarma.