Aguas revueltas. El viento propició que el mar estuviera revuelto, lo que dificultó la visibilidad para proceder a la limpieza.

Alrededor de medio centenar de voluntarios acudieron la jornada del viernes a la llamada de la organización ecologista Formentera Plastic Free y los centros de buceo, Formentera Divers y Vell Marí con la coordinación del Consell Insular de Formentera. El objetivo era la limpieza de la enorme playa de Illetes y frente a esta, el de su fondo marino que en años anteriores en estas fechas estaría plagado de yates disfrutando de sus mágicas aguas.
Precisamente ese fue el motivo de la convocatoria, como confiesa el conseller insular de Medio Ambiente, Antonio J. Sanz: «Hemos tenido conocimiento por parte de los buceadores de la suciedad acumulada en el fondo marino y aprovechando que no hay barcos fondeados, nos ha parecido un buen momento», precisó.

La tarde fue muy agradable, lo que contribuyó a una amplia participación, a pesar de las limitaciones por el Covid-19. José Antonia Arribas, de Formentera Divers, afirmó que «han sido 12 buzos, el máximo que permitían sus embarcaciones al 50% del aforo, los que han sacado todo tipo de residuos que han quedado en el fondo marino a lo largo de los años». De todos modos, la jornada no fue óptima ya que «el agua estaba revuelta y había mala visibilidad, lo que ha dificultado la limpieza».

Por su parte Carol Blasco, de Formentera Plastic Free, aseguró que «hemos recogido muchísimo micro plástico, como cada vez que hacemos limpieza en cualquier playa.

Formentera está plagado de esos micro plásticos que se camuflan en la arena». La convocatoria ‘terrestre’ fue un éxito a pesar de las restricciones. «Después de tres meses encerrados en casa, todo el mundo tenía muchas ganas de colaborar y aportar su granito de arena», precisó Blasco.

El resultado final fue el de una playa y un fondo marino más limpios a la espera de la llegada de los turistas en julio, que veremos si son respetuosos con lo que encuentren.