Talamanca es una de las playas que tiene peor calidad del agua según el Observatorio para la Sostenibilidad de ibiza. | DANIEL ESPINOSA

Con motivo del Día Mundial de los Oceános que se celebró ayer 8 de junio, el Observatorio de Sostenibilidad de Ibiza ha hecho balance de la calidad de las aguas de baño y de los hábitats marinos de la isla.

Según su nota de prensa, el descenso de la calidad ha sido considerable como demuestra que tras 48 muestreos en playas de la isla en 2019, «seis ofrecieron valores de contaminación por bacterias fecales superiores a los permitidos legalmente llegándose a prohibir el baño». Son «Talamanca, Bahía de Sant Antoni, escollera de Sant Antoni, Es Pouet, Port de Sant Miquel, y Platges de Comte»

Según datos recopilados por la Alianza por el Agua de Ibiza y Formentera, «en 2010 todas las aguas analizadas fueron clasificadas como excelentes y diez años después sólo 31 puntos de muestreo lograron esta clasificación». Concretamente, entre las zonas que han bajado su calidad «están la playa de Talamanca y Figueretes, el centro de la bahía y la zona del rompeolas en Sant Antoni, la playa de Es Riu en Santa Eulària, el puerto de Sant Miquel y Cala Bassa, Cala Vedella y Es Caló d’en Serral».

«Insuficiencia de infraestructuras»

Para el Observatorio de Sostenibilidad de Ibiza «el descenso en la calidad de las aguas de baño Ibiza pone de manifiesto la insuficiencia de las infraestructuras actuales» ya que, según su nota de prensa, «son incapaces de hacer frente al aumento de la presión humana que se registra en la isla en el periodo estival».

Por ello, tanto para mantener la salud del ecosistema marino, como para proteger la salud de los bañistas de las playas ibicencas, apuestan «por mejorar el saneamiento y la depuración y por llevar a cabo una estricta vigilancia mediante controles de la calidad del agua».

Hábitats marinos

Por su parte, en lo que se refiere a los hábitats marinos, el Observatorio de Sostenibilidad ha constatado que su estado de conservación «es baja» y que las zonas cartografiadas presentan un «estado inadecuado, especialmente en relación a la posidonia oceánica del área declarada como Lugar de Importancia Comunitaria de Ses Salines».

En este sentido, desde el Observatorio recuerdan que en verano «se ha producido un incremento en el número de embarcaciones de recreo que fondean en el litoral de Ibiza con el peligro que comportan los fondeos sobre las praderas». Además, recalcan que «en 2019 en Ibiza se realizaron casi 11.000 comprobaciones por parte del servicio de vigilancia de la posidonia de la Conselleria de Medio Ambiente Balear, detectando un 7,4 por ciento de fondeos indebidos» y que Ibiza es la isla con menos boyas ecológicas de Baleares.

Por todo ello, el Observatorio ha reiterado la importancia de realizar una gestión «prudente» del mar para garantizar un futuro sostenible de la isla de Ibiza. Algo que pasa, según su nota de prensa por «administrar de manera efectiva las áreas marinas, se contar con recursos suficientes y por apostar por regulaciones que ayuden a reducir la contaminación marina».