Sa Caleta Restaurant.

Sa Caleta Restaurant inaugura hoy su horario de verano y abrirá sus puertas desde las 10.00h hasta las 00.00h, con el servicio de cocina disponible durante todo el día. El nuevo horario, que se mantendrá hasta mediados de octubre, es todo un regalo, ya que cenar en este restaurante, con el sonido del mar y bajo la luz de la luna y las estrellas, es toda experiencia.

Cada vez son más los establecimientos que recuperan la normalidad, los horarios habituales y su oferta gastronómica y gracias a este esfuerzo, Ibiza y Formentera vuelven a brillar y amplían su oferta para ser aún más atractivas y convertirse en la opción elegida para muchos visitantes.

Además, pensando en los residentes e ibicencos, Sa Caleta estrena esta temporada una nueva propuesta para las noches: riquísimas tapas para compartir. A su menú habitual, se suman tapas y medias raciones, ideales para pedir cuando vamos en grupo, con amigos y familia, una magnífica idea para disfrutar de sus especialidades y probar platos diferentes. Una cena ligera, completa y además, nutritiva, ya que toda su cocina la realizan aprovechando el producto local y ecológico que les suministra la finca familiar de Can Puvil. Otra recomendación es pedir una de sus ensaladas, que llegan a la mesa con todo el sabor de la huerta ibicenca. También vuelve la música en directo, y mañana la velada estará amenizada por el conocido guitarrista Matías Kamelman.

Sa Caleta es un lugar mágico para desconectar y recargarnos de buena energía. Un lugar único, rodeado de pinos, acantilados y aguas cristalinas, donde además disfrutaremos de una gastronomía auténtica. Su único secreto es utilizar el mejor producto, con cariño, y siempre que se pueda, que sea ecológico, por eso trabajan con proveedores de la isla.

En su carta encontramos especialidades típicas ibicencas como el bullit de peix, la caldereta de langosta, los calamares salteados o la gamba roja ibicenca. Mero, gallo, dentón, sirvia, langosta, espardenyes o raya ibicenca no faltan en sus fogones. Como broche final, un poquito de dulce. El biscuit de almendras, el flaó, la tarta tatín o la crema catalana son los favoritos y saben mucho mejor si los acompañamos de su famoso café caleta.

El restaurante tiene una extensa terraza asomada al mar, enmarcada por las paredes de arcilla, que dibujan un perfecto escenario. La sala interior es de madera y su decoración es marinera, a base de recuerdos de días de pesca.