Vicent Marí reunió ayer a los alcaldes de los cinco municipios para abordar este problema.

Los cinco alcaldes de Ibiza se reunieron ayer de manera urgente con el presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Marí, para abordar la problemática que ha surgido con la proliferación de fiestas ilegales en viviendas turísticas, muchas de ellas villas en medio del campo, por toda la isla de Ibiza.

A este respecto, cabe recordar que la persona que originó el brote en la zona norte de la isla, en concreto en Sant Joan, acudió a una fiesta en una vivienda turística vacacional, en un paraje solitario de la zona de na Xamena. Esta fiesta congregó a centenares de asistentes, por lo que no se descartan que pudieran surgir más contagios, además de los nueve iniciales, aunque esta posibilidad disminuye con el paso de los días.

Acuerdos

El Consell d’Alcaldes reunido de urgencia ayer determinó que la «aglomeración de personas en sitios cerrados y la falta de estrictos protocolos de prevención de contagios convierten estas fiestas en casas en un potencial propagador del virus», lo que genera que estas fiestas se conviertan en «un grave problema de sanidad pública, sin olvidar tampoco los graves perjuicios que generan estas prácticas ilegales y sin controles en la imagen y recuperación económica de Ibiza, después de meses de cierre a causa de la pandemia».

Por ello, reclaman al Govern balear que apruebe un decreto extraordinario para que se permita «considerar las viviendas turísticas como establecimientos, posibilitando así la capacidad de actuación directa y sancionadora por parte de las autoridades competentes en materia turística y sanitaria». También quieren que se convoque una reunión urgente entre las administraciones implicadas (Delegación del Gobierno, Govern, ayuntamientos y Consell d’Eivissa) para establecer medidas coordinadas.

La institución insular también hará una «campaña de información y concienciación pidiendo la colaboración ciudadana para facilitar las vías de denuncia sobre la organización o celebración de eventos de estas características».

Otra de las medidas que van a tomar es informar por carta a las empresas que dan servicio a estas fiestas ilegales en villas, como empresas de catering, música, seguridad o montaje, para pedirles «que no acepten a aquellos clientes cuya conducta pueda derivar en la prestación de servicios ilegales que puedan suponer un peligro para la salud y la seguridad».

Desde el Consell d’Eivissa lanzaron ayer un llamamiento a la «responsabilidad» de los propietarios de las viviendas turísticas vacacionales.
Responsabilidad

Desde el Consell, les recordaron que «ellos son responsables de los comportamientos inadecuados que se puedan producir en sus propiedades», al tiempo que les recordaron que el coronavirus no ha desaparecido y, por ello, «deben informar a sus clientes de cuáles son las medidas de seguridad e higiene que se deben seguir de manera obligatoria».

Desde la Delegación del Gobierno recordaron que el control de las fiestas privadas en casas o fincas particulares son competencia de las policías locales que dependen de los ayuntamientos. Para intervenir en una casa donde se celebre una fiesta debería producirse una denuncia por molestias o ruidos y un incumplimiento de las ordenanzas.

Por su parte, desde la Guardia Civil indicaron que para poder actuar debería tenerse constancia de que la organización ha cobrado por la entrada al evento. El actual marco permite la celebración de fiestas privadas con catering e incluso dj en casas.