La línea de alambre disuasorio en el caso de Cap Llentrisca se extendía a lo largo de un kilómetro alrededor de una finca de 33.000 metros cuadrados.

Tras la denuncia de Periódico de Ibiza y Formentera el pasado mes de febrero observamos que se ha procedido a la retirada de las líneas de las cuchillas ilegales en algunos puntos del municipio de Sant Josep. Cabe recordar que, en el caso de Cap Llentrisca, la línea de alambre disuasorio se extendía a lo largo de un kilómetro alrededor de una finca de unos 33.000 metros cuadrados, que alberga una mansión de 2.000 metros cuadrados en una zona ANEI (Área Natural de Especial Interés), y llevaba varios años instalada, tal y como señalaron los vecinos. Cabe apuntar que, tras el pasado reportaje del mes de febrero, una pareja de responsables de la finca nos expresaron su total indiferencia ante la ilegalidad de estas instalaciones y su nula intención de retirarlas ya que es la única manera de disuadir a posibles asaltantes. Celebramos este cambio de actitud, más o menos forzado por las instituciones.

La línea de concertinas de la finca de Ses Salines, que alberga distintas construcciones ilegales sobre las que actuó el ayuntamiento el pasado mes de marzo, se encontraba en pleno parque natural. Hay que tener en cuenta que, aunque se haya eliminado la línea de alambre disuasorio, la valla en la que se posaba sigue sin cumplir las normas cinegéticas, impidiendo el paso de la fauna, punto obligado en un Parque Natural.

Cabe recordar que este tipo de medida disuasoria está explícitamente prohibido según el Plan Territorial Insular (PTI), y ya ha protagonizado otros episodios en el pasado como en es Porroig en el año 2017.