El acceso, de momento, se hará de forma manual con llaves entregadas a la veintena de vecinos de la zona. Después, se hará a través de una aplicación móvil. | DANIEL ESPINOSA

Desde ayer por la mañana, los vehículos tendrán el acceso restringido a la torre de Es Savinar, el conocido como acceso al mirador de Cala d’Hort o Es Vedrà.


Estas restricciones se anunciaron a principio de la legislatura, el año pasado, pero no ha sido hasta ahora que se han podido llevar a cabo. Con ellas, los dos accesos a la zona han sido delimitados por una valla de madera a la que solo tendrán acceso los vecinos e invitados de los mismos. Por descontado, la apertura se garantizará para los servicios de emergencia. El resto de ciudadanos podrán acceder a la zona de la Torre y de sa Pedrera de Cala d’Hort por su propio pie.


Alto tráfico
Esta medida se presenta como respuesta del Consistorio a una petición reiterada de los vecinos en general, que solicitaban desde hace tiempo al Ayuntamiento que controlara el acceso de los vehículos a la zona residencial y protegida.


En palabras de la concejal de Medi Ambient, Mónica Fernández, la intervención se ha realizado «de forma que no afecte al medio ambiente», con una cerca de madera con un motor que funciona con energía solar.


De momento, los, aproximadamente 20 vecinos de la zona, dispondrán de una llave manual que les permitirá acceder a la zona. Para la semana siguiente se prevé que esté disponible una aplicación para dispositivos móviles en la que llevan trabajando varios meses y «que permitirá a los vecinos abrir la verja cómodamente desde sus teléfonos, en la distancia, por si vienen visitas».


Esta medida, de la que se empezó a hablar en agosto de 2015, también contemplaba la disposición de diversos parkings para coches, además de la creación de pequeños «kioscos de información turística» en la zona. Sin embargo, estas propuestas, de momento no se contemplan como algo «inmediato», sino que el Consistorio se ha centrado en limitar estos caminos de propiedad municipal.


Siendo conscientes del retraso en las obras, Sant Josep lo achaca a la «falta de decisión y de consenso vecinal», aunque esperan presentar próximamente un nuevo programa de gestión que recoja más medidas.


Más seguridad
Por su parte, los propietarios de viviendas o parcelas de terreno en la zona de la Torre des Savinar, celebraron que por fin la medida se haya convertido en una realidad: «Venía mucha gente en general y la confluencia convertía la zona en peligrosa. En la torre se llegó a hacer un uso ilegal, arrendándola, mientras que las fiestas con Djs y los robos a las viviendas eran habituales», contó un vecino.


En este sentido, también destacaron la abundancia de caravanas durante los meses de verano, que pueden llegar a suponer un peligro forestal, dado que se organizan «barbacoas a modo de camping con fuego» y los servicios de emergencias pertinentes «podrían tener problemas de acceso debido a la alta estacionalidad de los vehículos».
Esta misma medida, tal y como han informado desde el Ayuntamiento, «se llevará también a cabo en otras zonas protegidas del municipio» que también experimenten una alta presión de vehículos, como en la Torre d’en Rovira o en Sa Xanga y que se encuentran en peligro de daño, sobre todo medioambiental.


Todas se prevén para finales de este mismo verano y están «a la espera del visto bueno de Parques Naturales» para pasar posteriormente a fase de licitación y de posterior ejecución.