Carril bici en Platja d’en Bossa invadido por la hierba y la suciedad. Los ciclistas no pueden aprovecharlo bien dado su mal cuidado. | MARCELO SASTRE

Los vecinos y comerciantes de Platja d’en Bossa se quejan de la suciedad y de la falta de iluminación que hay por las calles y los alrededores de la zona. Se pueden ver chicles, colillas y demás restos de basura tirados por las calles, que, además, «huelen a pipí siempre, hasta que no llueve, no se quita».

Aparte de estas quejas generalizadas, hubo otras más particulares, como la de Jordi, un vecino del pueblo que paseaba a su perra. Él comentó ayer la falta de disposición de bolsas de basura para poder recoger los excrementos. También, dijo que lo que le molestaba era el hecho de que se pusieran pegatinas de propaganda de discotecas en la calle o en los coches cada año, aunque, este verano, dadas las circunstancias, no lo han hecho.

Silvina Calvi cada día va a trabajar por el carril bici y se quejó de que «está intransitable y es muy peligroso». El problema es que la hierba invade el carril y sólo se pueda usar uno de ellos, por lo que la gente se cruza, normalmente por la mañana. En invierno, el tramo es oscuro y «da inseguridad porque hay terrenos abandonados. No sabes si te puede aparecer un perro o un gato, o alguien escondido». Silvina declaró que no lo podía usar por miedo y que es «una pena porque no se puede aprovechar».

«Platja d’en Bossa está hecha una pena. Deberíamos quejarnos», recalcó Mari Carmen, que vive en la isla desde hace 34 años. Esta vecina explicó que desde el hotel Palladium hasta la calle de Les Alzines, no hay luces y las aceras están levantadas, que deben usar la linterna del móvil para iluminar la calle y que no hay pasos de cebra para poder cruzar. Además, destacó que, si en la zona de la rotonda del hipódromo hubiera coches aparcados, los peatones tendrían que caminar por en medio de la calle.

Un consejo que dieron tanto Mari Carmen como Silvina fue que, quien tenga jardín que lo cuide, que se presionen a los privados para que lo mantengan y que «podrían tenerlo todo mejor cuidado para concienciar a la gente».

La zona de Playa d’en Bossa abarca desde el hotel Palladium hasta la Torre Des Viver, y en la calle de Les Alzines, una acera pertenece a Vila y otra a Sant Josep. Los vecinos se han dado cuenta de que la zona de Sant Josep está mucho más limpia que la de Vila, ya que sólo hay un barrendero que limpia cada mañana lo que puede por esa parte.

El restaurante La Terraza es otro de los problemas, ya que está abandonado desde hace unos cinco años e, incluso, ha habido gente viviendo de okupa. Hace tiempo que lo limpiaron, pero ahora vuelve a estar igual, con las hojas del árbol cayendo tanto dentro del recinto como fuera, exponiendo un peligro de incendio.

Vecinos y comerciantes se quejan de que es una zona muy abandonada y descuidada, y que si no abren las discotecas (Hï y Ushuaïa) y el hotel Hard Rock o no hay suficientes turistas, tampoco hay suficiente iluminación.

Constantine, el dueño de Déja Vu Lounge & Bar, piensa que la calle de Les Alzines vive gracias a las discotecas y cree que sería bueno ampliar el horario de cierre hasta las tres de la mañana para poder facturar, porque «bares de copas como nosotros sufrimos» y «en Ibiza, desde hace cuatro o cinco años, empezaron a subir los precios y viene gente, pero, no gastan tanto, sólo el dinero justo».

El bar abre este viernes para pasar la temporada y «ver qué pasa». Cada semana limpian su local, pero el dueño cree que la calle debería ser peatonal porque les molestan mucho los coches. De esto último, el Ayuntamiento de Vila ya está al tanto.

María Martínez y Mireia Rodado, trabajadoras de la cafetería La Palmera, dijeron que la zona de Vila estaba muy sucia y que por la noche estaba muy oscuro, ya que no hay suficientes farolas. «Limpiamos nuestra terraza y, algunas veces, la zona de la acera».