La catedral ibicenca rindió ayer homenaje a las víctimas del coronavirus. | MARCELO SASTRE

Ibiza lloró y recordó ayer a los fallecidos a causa de la COVID-19. El virus no azotó demasiado a la isla, pero sí se llevó a algunas personas que ayer fueron homenajeadas en la catedral ibicenca en una emotiva misa en la que el calor y los abanicos también fueron protagonistas.

En la cita se personaron las principales figuras de la políticas y la escena social ibicenca. Las ausencias más notorias fueron las de los alcaldes de Vila y Sant Josep. Rafa Ruiz y Josep Marí Agustinet se ausentaron en el homenaje. Sí estuvieron presentes los otros tres alcaldes de la isla, así como el presidente del Consell, Vicent Marí. Además, en los bancos también se pudieron ver a los principales cargos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Aunque los protagonistas ayer fueron los familiares. Las personas que recordaron a sus seres queridos que se fueron a causa de esta pandemia que está cebándose especialmente con los más mayores.

Los familiares fueron el número más nutrido. Llenaron muchos de los bancos con ojos llorosos para recordar a los suyos. Algunos incluso se acercaron al altar para ofrecer algunas palabras.

Un acto de homenaje que sirve para recordar también que el virus sigue en la calle, que en los últimos días cada vez son más los rebrotes y que hay que extremar las medidas de seguridad.