Uno de los puestos de frutas y verduras del mercado.

El jueves fuimos al tradicional mercado de Santa Eulària para preguntar a los vendedores de alimentos como se están desarrollando los primeros meses del verano. En el interior del establecimiento comercial los diferentes puestos de fruta, carne, pescado, encurtido y verdura tienen todo listo para recibir al comprador. Sin embargo, este verano será recordado por muchos de ellos por el descenso en cuanto a las ventas tras la crisis económica ocasionada por el COVID-19.

«Las ventas están siendo un 80% inferiores que el año pasado y, las perspectivas para los próximos meses creemos que serán catastróficas. Agosto y septiembre será como un mes cualquiera del invierno del año pasado. Nuestro cliente principal es el extranjero que tiene casa en el municipio, entre ellos ingleses y franceses pero vienen mucho menos al mercado que en el 2019», afirmó el pasado jueves Mariano Santos, responsable de uno de los puestos de venta de carnicería.

Problemas de aparcamiento
Lina Marí Marí de la panadería Gatzara declaró que este año tienen muchos menos clientes, tanto locales como turistas, «no es que los clientes no compren la misma cantidad que antes, es que directamente vienen menos. Este mes de julio ha sido muy malo comparado con el del año pasado». Marí también se lamentó de que tienen menos clientes porque no encuentran aparcamiento en las proximidades de Es Mercat, «mucha gente dice que da vueltas y vueltas y al final se va porque no pueden aparcar, esto unido a la crisis económica actual nos está perjudicando mucho».

Noticias relacionadas

Frutas Marilina es el puesto de Es Mercat que ofrece fruta y verdura autóctona, su responsable, María Catalina, expuso que están ganando un 40% menos que el año pasado, pero viendo como está la situación actual están satisfechos y se conformarían con mantenerse en esta línea de venta los próximos meses. Su principal cliente son los extranjeros que tienen casa en Santa Eulària. «Los ibicencos prefieren ahora ir al Mercadona que es más económico, aquí no se dejan ver y los turistas comen en el hotel, así que aquí tampoco se acercan. Aquí ofrecemos mucho producto local y hay gente que lo valora y opina que es mejor que lo que se ofrece en los supermercados, gracias a esto vamos tirando. En marzo, abril y mayo venía más gente que ahora y como no podían salir de sus casas y solo podían ir a comprar tenían una excusa para salir. El tema aparcamiento también les repercute en las ventas, «La agente que quiere venir es porque realmente quiere hacerlo porque es muy complicado encontrar parking», se lamentó la vendedora.

Ligera mejoría
Emilio Martínez, de la carnicería Pepita y Emilio, explicó que el mes de junio vendieron mucha menos carne que otros años, pero con la llegada del turismo tras la apertura de fronteras la situación mejoró, «estamos satisfechos teniendo en cuenta la crisis actual».

Martínez comentó también que muchas personas que acuden a Es Mercat no respetan las medias mínimas en cuanto a seguridad por el coronavirus, “no guardan las distancias y muchos no llevan mascarillas, por eso nosotros ofrecemos a todos nuestros clientes mascarillas de usar y tirar en el caso de que no lleven las suyas propias».

Por su parte, Rommy Popa, comerciante de pescadería, aseguró que han tenido muchos menos clientes este año que en el 2019 y que las perspectivas de ventas dependerán de cómo vaya la situación con el coronavirus en España.