El aeropuerto de Ibiza estaba lleno ayer de ciudadanos británicos que tenían que coger sus vuelos hacia Inglaterra o Escocia. Indignación y desconocimiento entre los más mayores y tranquilidad entre los más jóvenes. | Marcelo Sastre

Ayer por la tarde el aeropuerto de Es Codolar estaba repleto de ciudadanos británicos que tenían que coger un vuelo de vuelta desde Ibiza a Inglaterra, Irlanda o Escocia. Solo por la tarde y la noche estaban previstos diez vuelos con destino a los aeropuertos de London City, Heathrow, Manchester, Leeds, Birmingham, Stansted o Prestwick en Glasgow. Y entre sus pasajeros un mismo denominador común, la indignación tras saber que su Gobierno ha impuesto una cuarentena obligatoria a todos los que lleguen desde España y haberse enterado «casi de rebote por los medios de comunicación o las redes sociales».

Este era el caso de Maddie y Scott, un matrimonio de las afueras de Londres que posiblemente no olvidarán su primer viaje a Ibiza. Han disfrutado mucho y han descubierto una isla que no esperaban «sin grandes fiestas o borracheras que se emiten por televisión» pero todo se torció ayer por la mañana. En el desayuno se enteraron de la noticia de la cuarentena y a pocos minutos de coger el vuelo rumbo a Londres no sabían que hacer. «Hemos hablado con mi familia en Inglaterra y están igual de asustados y descolocados que nosotros porque no saben si pueden venir a buscarnos al aeropuerto o habrá alguien del gobierno o de las autoridades sanitarias para evitar que tengamos el menor contacto posible antes de iniciar la cuarentena», aseguró Maddie ayer a Periódico de Ibiza y Formentera.

No era el único problema para este matrimonio. Scott trabaja de jardinero municipal y presumiblemente tendría que incorporarse hoy lunes. «Es fin de semana y me ha resultado imposible contactar con nadie que me supiera que decir que tengo que hacer, si me presento en el trabajo, si me quedo en casa, si me quitan los días de mi contrato, si me cuentan como vacaciones o cual será mi situación y necesito saberlo porque no estamos para perder dinero», confirmó apenado.

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Mientras, Joddie y Stella, dos jóvenes de 27 y 29 años, creían que la medida «es desproporcionada» y criticaban la forma en la que se ha dado a conocer por parte del gobierno de Boris Johnson. «No puede ser que nos hayamos enterado por un mensaje de mi hermana que vive en Londres y ahora no sepamos muy bien que hacer y como se nos tratará cuando lleguemos a Inglaterra», confirmó Joddie.

Su amiga era aún más contundente. «Entiendo que haya que ser precavido para evitar rebrotes pero se ha confirmado que Baleares e Ibiza es un lugar sin apenas contagios y no creo que el confinar a miles de ciudadanos británicos que vienen de España sea la solución porque somos muchos y solo conseguirán colapsar el país».

También hubo quien pedía controles en los lugares de origen. Era el caso de Malcom, uno de los pocos del vuelo BA8462 de British Airways que no había viajado a Ibiza de vacaciones. «He venido un par de días para cerrar la compra de un local en Platja d’en Bossa, pensando ya en la próxima temporada, y ahora me tengo que quedar quince días encerrado en mi casa cuando todo sería mucho más sencillo si se hicieran pruebas PCR tanto en Londres como en Ibiza y se impidiera viajar a quien diera positivo».