Imagen de la jornada inmobiliaria que organizaron ayer los API por segunda vez en Ibiza.

Las nuevas instalaciones dedicadas a albergar eventos en el hotel Torre del Mar acogieron ayer las Jornadas Inmobiliarias, organizadas por la Asociación de Propietarios Inmobiliarios (API). El abogado y profesor asociado en Derecho Administrativo, Juan Alemany, abrió el turno de charlas sobre las novedades sobre la protección del territorio y suelo rústico en Baleares. Pedro Munar, abogado y administrador de fincas, habló sobre las últimas reformas normativas y la Ley de Arrendamientos Urbanos, LAU 94, seguido de la charla abierta sobre la situación actual del mercado, digitalización de los procesos inmobiliarios, dirigida por Natalia Bueno, José Miguel Artieda y Jeffrey Fernández, presidenta del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Balears y de la Asociación, vicepresidente de la API y delegado en Ibiza y Formentera respectivamente.

La presidenta de la Asociación destacó la importancia de que el público interesado pueda asistir presencialmente a estas jornadas, por eso se mantuvieron pese a la situación, con todas las medidas de seguridad, por supuesto.

Desde la perspectiva balear, la presidenta del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, afirmó ayer que han bajado «tímidamente» los precios de los arrendamientos de hasta 700 euros desde que estalló la crisis, pero que la falta de garantías debido a la incertidumbre del momento ha paralizado por completo la venta de la primera vivenda. Se espera que en septiembre la incertidumbre alrededor de las bajadas de precio se haya despejado y, entonces, se pueda hacer una valoración más acertada del mercado tras el zarpazo de esta crisis.

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No obstante, sí que está aumentando el interés en la adquisición de segunda o tercera vivienda en todo el archipiélago por parte, sobretodo, de clientes extranjeros. En Menorca, según apuntó, también está aumentando el interés por parte de menorquines que viven fuera de la isla por adquirir una vivienda en su lugar de origen. Achaca este interés al efecto de la cuarentena, ya que los clientes están buscando un sitio alejado, seguro y espacioso para vivir un probable segundo confinamiento.

Por su parte, Jeffrey Fernández, delegado en Ibiza y Formentera de la API, mantiene que en Ibiza se sigue manteniendo alrededor de un 70% de la demanda y que en Formentera incluso se ha incrementado. Habla de clientes extranjeros, aumentan los de origen alemán, italiano y holandés, que buscan viviendas de hasta dos millones de euros. Al parecer su temor a una nueva ola de la pandemia está manteniendo a flote este sector en las Pitiusas.

En un terreno más mundano, sobre el alquiler, Fernández habló de un aumento de un 20% en Ibiza del alquiler para todo el año tras la bajada del alquiler de temporada. Pronostica tiempos difíciles para el arrendador ya que la incertidumbre de la situación actual ha llevado a las aseguradoras a tomar medidas, como no asegurar viviendas con inquilinos en ERTE, que en muchos casos provocan que el arrendador prefiera no asumir riesgos y dejar de alquilar la vivienda. Otro problema que señala es el de los grandes tenedores y el poco control que hay a la hora de aplicar que las medidas aprobadas por el Govern, que les obliga a ceder sus pisos vacíos para alquiler social, pero que ni siquiera hay un registro público que consultar.

Sobre las nuevas tecnologías, ambos defienden que el futuro pasa por ellas. Cada vez aumenta más la demanda de tecnologías como las visitas virtuales, sobre todo por parte de clientes extranjeros.