El alcalde de Sant Joan, ‘Carraca’, posa en el mirador de Cala Xarraca. | Arguiñe Escandón

Carraca no necesita presentación. Antoni Marí Marí (Sant Joan, 1956) ha culminado un primer año de su sexto mandato y último al frente del Ayuntamiento de Sant Joan bajo la presión de la COVID-19.

Nos cita para la sesión fotográfica en el mirador de cala Xarraca, muy cerca del restaurante de su propiedad (s’Illot des Rencli). «Me encantan estas vistas», confiesa bajo el sol abrasador del pasado jueves, a pesar de que «me voy a tener que comer las vistas del hotel el resto de mis días».

—Hemos de empezar por la cuarentena del gobierno británico. ¿Cómo afecta a Sant Joan?
—Es una decisión unilateral del gobierno británico que nos afecta negativamente a todos y de manera muy directa a Sant Joan. Es nuestro mayor mercado, tenemos hoteles que solo trabajan con turoperadores británicos en Portinatx, Port Sant Miquel y algunos en Cala Sant Vicent. Es una noticia extremadamente negativa...

—La temporada había empezado a ir mejor de lo esperado…
—Era atípica, había empezado muy tarde, pero a partir de la segunda quincena de julio habíamos alcanzado una actividad notable. No iba a ser una gran temporada, pero había esperanzas de salvar los muebles.

¿Ha hecho los deberes el Gobierno? No lo sé, pero con tantos ministros y altos cargos y siendo un gobierno de dos partidos, parece que no hay coordinación y que cada uno dice su opinión, a veces contradictorias.

Comentarios como el Fernando Simón, quien probablemente tenga razón desde un punto de vista científico, pero no ha tenido en cuenta las consecuencias sociales ni económicas, no ayudan.

Desde el Consell d’Eivissa llevan mucho tiempo reclamando test masivos a los turistas y lamentablemente no lo hemos conseguido. Creo que habría sido un gran acierto y obviamente una medida mucho más acertada que una cuarentena. Las cifras no justifican la cuarentena británica. Un corredor seguro sería un acierto.

Espero y pido al Gobierno que se siente a negociar en serio con el Reino Unido. ¿Gibraltar? ¿Brexit? ¿Johnson quiere perjudicarnos? No lo sé, pero todo merece una profunda reflexión.

Parece evidente que hay algo más.
—Por eso pido que nos lo planteemos de forma muy seria, especialmente a Asuntos Exteriores y a Turismo.

—El lunes, la ministra Reyes Maroto daba por hecho que habría corredor y por la tarde, en cambio, el gobierno británico recomendó no viajar a Baleares.
—Tanto como por hecho no lo sé, pero sí parecía que había expectativas. Me preocupa que haya un efecto dominó para otros países. Entonces, sí que cerramos la persiana y tendríamos un invierno muy largo por delante.

—El invierno será muy largo en cualquier caso.
—Muy largo, muy magre que dicen los mallorquines. Estamos muy mal, hemos multiplicado por cuatro los usuarios de los servicios sociales y los ayuntamientos estamos desbordados.

Nosotros hemos duplicado los recursos. Esto ha pasado después de un buen año en 2019. No quiero pensar qué puede pasar después de una temporada en la que no hemos podido llenar las cuentas corrientes. Me preocupa mucho la gente que no haya podido cotizar lo suficiente y que España no pueda afrontar todo el gasto social que necesitamos.

—A la vista de los aplausos a Sánchez cuando volvió del Consejo Europeo, parece que está todo resuelto.
—No creo en estos aplausos, ni en esta forma de hacer política. También la viví en el Senado y no me gusta.

—Con este panorama que nos describe, se entiende todavía menos que la propuesta del Gobierno en cuanto a los remanentes. ¿Cuánto dinero tiene Sant Joan bloqueado?
—11,5 millones.

—Eso es mucho dinero para un ayuntamiento con 7,5 millones de euros de presupuesto.
—Tenemos más remanente que presupuesto. El presidente de la FEMP (Abel Caballero, alcalde socialista de Vigo) seguramente es un gran alcalde, una gran persona y un gran gestor, a la vista del apoyo masivo de su pueblo.

No puede aceptar de buen grado la propuesta del Gobierno, es desafortunada y contradictoria cuando su partido había criticado la Ley Montoro por activa y por pasiva. Los únicos que hemos ahorrado y contenido el gasto hemos sido los ayuntamientos, las comunidades y el estado siguieron gastando de forma alegre.

Gracias a las restricciones, los ayuntamientos hemos contribuido a maquillar las cifras del déficit de las cuentas públicas.

Es muy bonito dar lecciones cuando no gobiernas, como hizo el PSOE sobre la Ley Montoro, gracias a ella, tenemos dinero. Estos fondos son de nuestros vecinos. Quizá no podamos gastarlos de golpe. Pero darlos al Gobierno bajo una amenaza es una aberración. Hay socialistas que tampoco están de acuerdo.

—¿A qué destinaría los fondos?
—Primero, ayuda social, ayudar a aquellos que más lo necesitan. Segundo, inversión porque generamos ocupación y actividad. A los de mi generación, nuestros padres nos enseñaron a guardar cuando las cosas van bien para tener un colchón cuando las cosas no van tan bien. Esto es muy ibicenco y lo alabo. Ahora es el momento porque nos irá muy mal, muy ajustado.

—Antes ha hecho referencia al Consell y a su petición de PCR en origen. También ha hablado con Govern balear. Valore la gestión de ambos y del Gobierno.
—El Consell d’Eivissa ha estado a la altura. Su labor principal es ayudar a los Ayuntamientos como diputación provincial y la ha ejercido con soltura. Coordinar, reivindicar y ejercer sus competencias. Francina Armengol no necesita que yo le tire flores porque ya tiene muchos otros que lo hacen mejor que yo, pero ha estado a altura. No ha hecho una mala gestión.

Ha dado la cara y ha tratado de influir en Madrid. Sanitariamente aquí no ha ido mal y no voy a criticar, a pesar de algunos fallos, pero quién no los hubiera tenido. En cuanto al Gobierno, no puedo decir lo mismo porque maneja toda la información. Nunca he entendido cómo no nos anticipamos ni reaccionamos antes.

En enero, tenían mucha información y hasta mediados de marzo no reaccionó. Seguimos con partidos de fútbol con Italia, concentraciones políticas para demostrar que somos los más feministas y ji ji, ja ja como si nada. No era el momento de todo eso, ni de congresos políticos (Vox). Descoordinación entre los ministros, improvisación, rectificación constante, caos, desbarajuste… Mal.

—Ahora, tengo la impresión de que Pedro Sánchez ha trasladado la patata caliente a las comunidades. Pasamos del estado de alarma, de las fases y restricciones a la nueva normalidad en un día.

—Otra improvisación. No hay que olvidar que en el contexto de la España actual, hay dos comunidades autónomas, Cataluña y País Vasco, que le han dicho que ya está bien, que ahora nos toca a nosotros y ya vemos cómo lo está gestionando Torra. Ha sido otro desacierto y una decisión política.

También denota improvisación y descoordinación que su partido, concretamente la Comisión de Turismo, pida ampliar los horarios de cierre nocturno y el presidente del Consell d’Eivissa y los alcaldes digan que no.
—Cuando hablamos de partidos, seguramente improvisamos todos (risas)… Es lógico que compañeras y compañeros muy ligados al turismo y al sector empresarial quieran más negocio, pero luego el presidente y los alcaldes hemos de ser más prudentes.

También había gente del PSOE que lo pensaba. Limitar los horarios se ha demostrado acertado. No es lo mismo tomar dos chupitos, que tres. Hasta las 2 de la madrugada es suficiente. Pienso que a partir de determinadas horas, el que va por la calle es porque busca algo.

En la línea de la noche y el ocio, qué opina del modelo de Ibiza.
—El movimiento se demuestra andando. Nosotros aprobamos por unanimidad una norma que restringe una actividad que entendemos que no es positiva para Sant Joan. Beach club, fiestas al aire libre, fiestas en los hoteles… ¿Toda Ibiza ha de ser como Sant Joan? Entiendo que no, que ha de haber ocio diurno, ocio nocturno y tranquilidad.

En la diversidad está el encanto de esta isla, pero todo con control, respeto y mesura, sin llegar a los extremos de Sant Joan, que es diferente y que espero que algún día se reconozca, pero no todo ha de ser fiesta. Lo que sucedía años atrás, cuando todo era fiesta y la fiesta no acababa, ligando noche, mañana, tarde, noche, no era positivo. El turismo de excesos no beneficia Ibiza. No podemos estar de fiesta las 24 horas de día.

—Si lo ha hecho Sant Joan, lo pueden hacer los demás sin necesidad de una regulación insular.
—Se trata de voluntad política. Nosotros hicimos una modificación puntual de Normas Subsidiarias (NNSS) en las que prohibimos todas las actividades que permite la Ley General Turística.

Pensamos que en nuestras playas no ha de haber beach clubs, no ha de haber bares musicales en las playas, fiestas en los hoteles; somos un municipio diferenciado y queremos seguir siéndolo. Tranquilidad, calidad vida, playas familiares, turismo respetuoso con las personas y el entorno. Lo hicimos al principio, ahora quizá es tarde para algunos.

—¿A qué se refiere cuándo dice que espera que Sant Joan sea reconocido?
—A Medio Ambiente. Sant Joan se ha preservado bien, ha crecido de forma moderada. Es la Ibiza más auténtica y original. Y eso nos limita los recursos que nos hacen faltan y también perjudica a muchos vecinos que han guardado los terrenos, como la generación de mis padres, que no especuló y que gracias a ellos los ibicencos podem arribar a la mar per en sól des nostro.

Ahora somos los paganos de los excesos de Ibiza, es injusto. ¿Esto quiere decir que hemos de hacer armatostes de cemento como han hecho los otros? No.

Perdone, acabo de ver un armatoste de cemento en primera línea de mar y en construcción en pleno 2020, el hotel Xarraca Bay.
—Nosotros no buscamos armatostes de este tipo, pero tampoco hemos de ser los paganos. A esta gente, no especuladora, que ha mantenido las fincas, los terrenos, tengámosla en consideración, ayudémosla, no la puteemos desde el Parlament con leyes y rayas, LEN, Red Natura, no sé qué, no sé cuánto…

A los que deberíamos aplaudir, son a los que puteamos, porque han guardado, han mantenido, hoy están superprotegidos sobre el papel, porque no es real. Hagamos que sean los héroes…

—Puede ser más concreto. ¿En qué está pensado?
—No tantas trabas como les estamos poniendo desde la Administración, especialmente desde la Conselleria de Medio Ambiente.

—¿Qué tipo de trabas?
—¡Puñetas! No pueden hacer nada. Estuve en una bodega en un parque natural de Alella (Parc de la Serralada Litoral, Barcelona), nueva, de diseño. Le pregunté al dueño cómo había podido construirla dentro de un espacio de máxima protección. Muy fácil, me dijo, si es una explotación agraria tiene unos derechos. Aquí hablas de esto y algún técnico de Medio Ambiente te tilda de loco. Las trabas son brutales.

—¿El PP tiene en estos momentos la capacidad de modificar el PTI para enmendar esta situación?
—¡Con el PTI no se puede hacer nada! Son leyes y, por lo tanto, de rango superior. Este es uno de los problemas que tenemos y que la gente debe empezar a entender.

—¿A qué gente se refiere?
—A aquellos que se piensan que porque gobernamos en el Consell podemos modificar Anei, Red Natura, y que lo podemos modificar todo. Dicho en otras palabras, la administración ha pensado que como en Ibiza se habían hecho muchas animaladas, excesos rectifico, se ha pensado que todo lo que hagamos serán excesos también. Pues no.

La administración ha de controlar que no se hagan los excesos, pero no podemos decir a un payés que no haga un almacén agrícola porque antes 200, 300, 500, no sé ni me importa, almacenes agrícolas se convirtieron en viviendas. No podemos demonizar preventivamente. Hay que proteger sobre el terreno, no sobre el papel.

—¿Es un exceso el hotel Xarraca?
—Posiblemente lo sea. Yo lo tengo delante (se refiere a su restaurante), mientras viva, lo tendré allí. No me gusta. Y creo que no debió autorizarse. A finales de los 80, unos inversores decidieron invertir allí y al equipo de gobierno le pareció bien.

—¿Usted aún no era el alcalde? Me cuesta imaginarme el Ayuntamiento de Sant Joan sin Carraca de alcalde.
—Nooooo, aún no, me faltaba mucho y de hecho en esa época ni lo había pensado. Creo que la licencia arrancó en 1974… Además, con la excusas de modificaciones durante el transcurso de la obra se autorizó más hotel. En las NNSS, se tenía que recoger esa realidad urbana, si no, habría habido indemnizaciones. La barbaridad del estropicio en la bahía de Xarraca no es de ahora, es de 1987.

—¿Algo de riqueza a Sant Joan generará?
—No todo es positivo o negativo al 100%. Mucha gente querría tener este hotel en su municipio. Esperemos que traiga turismo de calidad para la zona de Portinatx.

—Nos quedamos sin tiempo. ¿Benirrás necesita vigilancia diaria?
—Es un fenómeno que hay que vivirlo para entenderlo. Todos los efectivos de la Policía Local y de la Guardia Civil de Sant Joan no bastan para cubrir Benirrás. En cualquier caso, hemos de evitar que haya desmanes en Benirrás, que es la intención de un grupo de gente, no sé si para desestabilizar, desprestigiarnos o para qué, pero que se dedican a dar por saco con este asunto.

Ayer (por el miércoles) fui a Benirrás y durante el día es una playa maravillosa y normal. Cuando se acerca la puesta de sol, una serie de iluminados se ponen a tocar el tambor, genera un atractivo, la gente se amontona sobre los 10 o 15 tipos que tocan el tambor… Y entonces salen las fotos y los vídeos que tanto daño nos hacen. Como ahora los domingos no lo pueden hacer, los tamborileros han dicho que «los domingos para los payeses y la policía y nosotros tocaremos de lunes a sábado».

—¿Es un negocio?
—No lo sé, pero me cuesta mucho creer que toquen solo altruistamente. Venta ambulante y algunas cosas más que no puedo decir, pero intuyo...

—¿Cortará la cinta de la depuradora de Portinatx?
—No está mal encaminado. Medio Ambiente nos ha perjudicado porque Recursos Hídricos, en lugar de tramitar el proyecto delante de la Comisión Balear de Medio Ambiente, a pesar de que están puerta por puerta, nos ha traspasado la responsabilidad al Ayuntamiento, un año después de tener los papeles paralizados sobre la mesa. A nosotros nos ha costado un gran esfuerzo y hemos tenido que recurrir a personal externo porque no tenemos capacidad de tramitar una depuradora, cuando ellos y Abaqua son expertos.

—¿No le veo nada satisfecho con Medio Ambiente?
—En absoluto. Nosotros ya somos mayorcitos y no necesitamos que nos vengan de Palma a decir qué se puede o qué no se puede hacer, a la vista está, solo hay que darse una vuelta por aquí. Si pasamos por alto algunas manchas, como el hotel de cala Xarraca y algunas pocas más, afortunadamente, los gobernantes de Sant Joan hemos sabido mantener el municipio. Somos mayores de edad y sabemos lo que hay que hacer.

Especialmente usted, que ha superado la mayoría de edad como alcalde y acumulará 24 años en el cargo cuando finalice este mandato.
—Otro valor añadido si se me permite.

—Mantiene que hay un 1% de posibilidades de que se vuelva a presentar.
—Un 1%, antes y ahora, es muy poco. Lo mantengo.