«No cambiaría lo vivido ni el cariño de mi público ni por todo el dinero del mundo»

Tal y como está previsto, su espectáculo tendrá lugar hoy a las 22:00 en el Baluarte de Santa Llúcia y estará acompañado de más bailarines locales. Desde hace días, las entradas, que estaban a la venta en la página web del Ayuntamiento, se han agotado. Aún así, como ya adelantaron desde el Consistorio, todos los eventos se podrán seguir en streaming a través de sus redes sociales.

El artista ibicenco, por su parte, se encuentra «muy contento», a la vez que satisfecho con el lleno rotundo de su primera actuación tras la nueva normalidad.

—¿Cómo le ha afectado laboralmente la pandemia?
—Muchísimo. Ten en cuenta que en la situación que nos encontramos los artistas es catastrófica. Han cerrado tablaos emblemáticos , teatros , escuelas de danza , ahora estamos empezando a poder hacer algunos trabajos pero, ¿cómo vivimos el resto del año? Es un desastre pero es lo que hay, y tenemos que luchar por salir adelante.

—¿Cómo se le plantea el verano?¿Tiene muchos proyectos a la vista?
—Como te decía, muy incierto. Hemos tenido la suerte de poder hacer algunas presentaciones , pero nada a largo plazo. Todo ahora mismo es muy difícil.

—¿Qué tiene Ibiza para que lo escoja como escenario?
—No escogí yo a Ibiza , Ibiza me escogió a mí. El Ayuntamiento contactó con nosotros para este proyecto y desde aquí quiero felicitarles por contar con danza con cultura local y por darnos la oportunidad en fechas tan sensibles de mostrarnos. Sabía que teníamos que hacer un espectáculo generoso en el que no solo estuviera yo como bailarín y coreógrafo sino compartir con compañeros y poder invitarlos a participar con nosotros en este espectáculo. Por eso hay bailarinas de aquí.

—¿Qué vamos a encontrar en el espectáculo de esta noche?
—Es un nuevo despertar del arte, a través de la música y el baile flamenco, pasando por los diferentes palos y piezas de la danza española. Será un espectáculo donde el espectador podrá percibir y sentir las diferentes emociones, que nunca duermen.

—¿Cómo son las actuaciones de la nueva normalidad?
—Con muchas medidas de seguridad y con adaptaciones en todas las coreografías . La danza requiere de contacto y se hace raro bailar a distancia. No es lo mismo.

—¿De dónde le viene la pasión por el baile?
—De pequeño siempre veía a mi madre bailando. No tengo ningún recuerdo de infancia que no esté ligado a la danza , me visualizaba bailando siempre hasta que llegará un día en el que no me quede más remedio que no bailar a nivel profesional, pero en mi corazón y en mi alma siempre habrá un hueco para ella.

—¿Qué es lo mejor de ser profesor de danza?
—Sin duda, ver la ilusión de los alumnos desarrollándose, encontrando esos sentimientos de los que te hablaba, cumpliendo metas, cumpliendo sueños y viendo cómo evolucionan poco a poco a todos ellos.

—¿Cree que es una disciplina que cuenta con la suficiente consideración?
—No. La danza es la hembra pobre de las artes: ni bien pagada ni considerada. Pero da igual porque poder seguir cumpliendo sueños y poder disfrutar del público para mí no tiene precio. No cambiaría lo vivido ni por todo el dinero del mundo.