José Ignacio Ricarte recibe de manos del alcalde, Rafael Ruiz, la Medalla de Oro de Ibiza. | DANIEL ESPINOSA

El Ayuntamiento de Eivissa hizo entrega ayer por la noche de la Medalla de Oro de la ciudad al Área de Salud de Ibiza y Formentera. El evento se celebró en el baluarte de Santa Llúcia, mucho más amplio que el baluarte de Sant Pere donde tradicionalmente se entregaba esta distinción.

Además de toda la Corporación Municipal, asistieron al evento en representación del Govern de Baleares la presidenta, Francina Armengol, y la consellera de Presidencia Cultura e Igualdad, Pilar Costa. El presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Marí, también estuvo presente en el acto con algunos consellers del equipo de gobierno y de la oposición.

La voz de la soprano, Isabel Albaladejo y el piano de José Jaime Hidalgo inauguraron el acto con piezas de Eduard Toldrà y Enric Morera.

Los homenajeados
La subida al escenario de los ocho profesionales que representaron al Área de Salud despertó un aplauso entre los asistentes, la mayoría compañeros suyos. Los presentaron: Germán Stihl Rodríguez, celador de la UCI, Selena Sánchez López, Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE) de Medicina Interna F, Sheila Palau Osuna, enfermera responsable del Centro coordinador de Unidades Volantes de Atención al Coronavirus (UVAC), Fernando Roig Torres, auxiliar administrativo de la UVAC Exprés, Carmen Costa, médico del centro de Salud de Vila en Hotel hospitalizado covid, Gustavo Albert, médico SAMU 061, José Ignacio Ricarte, médico UME Ca na Majora y Néstor González, médico UCI.

Anoche la cara fueron ellos, pero podría haber sido cualquiera de los 2.137 trabajadores que integran el servicio, a los que se extiende el homenaje y agradecimiento de la ciudad por su labor diaria. Porque, más allá de su trabajo en momentos críticos, este premio es a un servicio imprescindible del día a día.

El alcalde de Vila, Rafa Ruiz, así lo quiso subrayar en su discurso, «esta medalla no es tan solo por el trabajo hecho durante la covid-19, sino que se tiene que entender como el reconocimiento a varias generaciones de mujeres y de hombres que han puesto muy alto el listón de la asistencia sanitaria en nuestra isla».

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Un premio a una labor colectiva en la que la parte más visible es el personal sanitario, pero en la que también participan «el personal de mantenimiento y el de informática, el de cocina y el de limpieza, y cualquier otra categoría laboral imprescindible en el día a día no solo del hospital, sino de los centros de salud y de las unidades básicas».

Ruiz hizo un pequeño recorrido por la historia del servicio, desde su nacimiento en 1987.
No pudo faltar una mención a los acontecimientos recientes. «La Covid-19 ha marcado para todos nosotros un antes y un después, sin ningún tipo de duda. Pero el reto, ha sido todavía más gordo para los que tenían que luchar frente a frente con el virus, con falta de información y haciendo frente a los datos escalofriantes con los que nos hemos estado levantando a diario».

Es por ello que el alcalde agradeció «a todos los que vinieron desde la Península para completar las plantillas del servicio de salud, y a todos los ibicencos e ibicencas que se han ido formando en facultades primero de fuera de las Islas, y ahora también isleñas».

Tras el discurso del alcalde intervinieron el pasado y el presente del Área de Salud. Primero Joan Tur, antiguo jefe de Traumatología de Can Misses, hizo un recorrido por toda la historia del servicio. Para ello se remontó hasta el antiguo ambulatorio, que se construyó en 1971 donde ahora está la comisaría de Policía Nacional. Este fue el primer paso para reunir a los médicos de la isla que hasta entonces pasaban consulta privada, desperdigados por la isla.

Antes de la entrega de la medalla, un emotivo video recordó algunos episodios de los meses de estado de alarma, que iba desde los aplausos en los balcones a las altas a personas mayores o la labor de los médicos.

El presente lo contó José Ignacio Ricarte, Médico en la Unidad de Media Estancia de Ca na Majora. Él recogió el galardón y alabó el gran esfuerzo realizado por todos sus compañeros, el arrojo demostrado durante la pandemia en condiciones totalmente adversas.

Tras las fotos de familia se ofreció un pequeño agape.