Una turista sale de un hotel en Ibiza. | Toni P.

No es ningún secreto que la crisis del coronavirus ha golpeado y con fuerza a las Pitiusas. Las Baleares son el territorio español más castigado, pero dentro del archipiélago nadie lo está sufriendo tanto como Ibiza y Formentera que depende casi exclusivamente del turismo. Los datos de paro de los últimos meses fueron demoledores y también lo son los de la encuesta de ocupación hotelera para el mes de junio. Unas cifras que dio a conocer ayer la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera y que recogen que la ocupación media en julio fue del 37,03 %.

La encuesta refleja que el año pasado el mes de julio la ocupación de la planta hotelera pitiusa llegó a un 88,98%, con un 90,13% en la segunda quincena, por el 87,75% de ocupación que se registró en las dos primeras semanas del mes. Unas datos que han sido destrozados por la pandemia. Las cifras de este julio se frenaron en el mencionado 37,03% de ocupación. Unos números aún más críticos si se tiene en cuenta que este verano solamente ha abierto en torno a la mitad de la planta hotelera pitiusa, lo que se traduce en algo más de un 20 %.

Si bien los números son duros, desde la Fehif señalaron que eran los previstos una vez que se decretó la pandemia y todo lo que ello conllevó. Los previstos o incluso mejores porque en la segunda quincena de julio parecía que la cosa iba despegando, así fue hasta que llegó la cuarentena británica.

Santa Eulária, la más castigada
La encuesta recoge seis zonas: Ibiza, Municipio San José, Sant Antonio y bahía, Norte, Santa Eulària y Formentera. Aunque las diferencias entre las zonas de Ibiza no son muy significativas, ya que todos tienen unas cifras similares, en Santa Eulària es donde menos ocupación tuvieron el pasado mes con una media del 30,03%.

Le sigue la zona norte donde la media mensual fue del 32,64% de ocupación. Sant Antoni y la zona de la bahía alcanzaron el 34,70%; mientras que el resto del municipio de Sant Josep contó con una ocupación media en julio del 37,25%. Por último, según los datos recogidos en la encuesta de los hoteleros la zona de Vila llegó al 40,8 de ocupación.

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Algo que se repite en los cinco sectores que estudió la Fehif en Ibiza es una mejoría en la segunda quincena del mes. Las dos últimas semanas fueron sensiblemente mejores para el sector hotelero. En Vila se pasó del 34,95% al 46,28%; en Sant Josep del 29,26% al 44,75%, siendo esta la mayor subida; Sant Antoni y la zona de la bahía pasaron de un 28,44% al 40,56%; en el norte se pasó del 28,72% al 36,315; y en Santa Eulària del 23,40% al 36,25%. Así pues en el total de la isla queda una ocupación media del 30,25% en la primera quincena por el 41,69% que se registró en los últimos días de julio.

Un poco mejor fueron las cifras en Formentera, donde la ocupación de julio llegó al 41,48%, la cifra más alta de las Pitiusas. En esta isla la tónica fue la misma y la segunda quincena fue sensiblemente mejor a la primera. De un 36,38 % de ocupación se pasó a un 46,26 %. Si bien es cierto que ese 41, 48 % se queda muy lejano de la ocupación del año pasado que en el mismo periodo de tiempo fue del 83,79 % y con una mayor oferta.

Aunque no es comparable al año pasado por la diferencia en el número de plazas hoteleras disponibles, el estudio recoge los datos de julio de 2019. Por aquel entonces las Pitiusas vivían un buen verano y la ocupación más baja la registró Vila con un 88,67%. Por contra, Sant Antoni y la zona de la Bahía, Santa Eulària y la zona norte superaron el 90% de ocupación según los datos que facilitaron los hoteleros a la Fehif el año pasado.

Agosto complicado
Aunque aún no hay datos, las cifras de agosto tampoco serán buenas. El repunte de casos en España ha sido un duro golpe para el turismo. Especialmente con la cuarentena decretada por el Reino Unido para todos sus ciudadanos que vuelvan de España. Este anuncio hizo un daño irreparable, pero que Boris Johnson haya decidido mantenerla hará que muchos hoteles que habían abierto sus puertas se vean obligados a cerrar.

Los principales actores del sector han reconocido en las últimas semanas que sin turismo británico la temporada ha recibido un duro golpe y que será prácticamente imposible alargarla como se pensaba en hacer hace unos meses.