Stuart Rogerson empezó como profesor en una humilde escuela de windsurf en Cala d’hort durante de los años 70.

Su primera travesía fue en 1980, junto con su mujer y sus tres pequeños, en un viaje que les llevaría a surcar aguas canarias, Brasil y casi todo el ancho del Caribe durante dos años y medio. Y ahí nació su amor por el mar y, aunque paró en tierra, nunca olvidó su amor por el mar.

Tras varios años, el destino le hizo toparse con un barco medio abandonado que rehabilitó junto con su hijo, al que bautizó VSD, un trimarán de más de 50 pies.

Este mismo barco se verá navegando por la bahía de San Antonio y la costa sur de Ibiza.
Tras tener que deshacerse de su barco en una mala tormenta, se propuso buscar uno más pequeño. Y ahí fue cuando Nandi, un trimarán de 30 pies abandonado en San Francisco, en EEUU. Tras muchas llamadas, Stuart tomó un vuelo rumbo a los States, para negociar la compra del buque, que por fin en noviembre del año pasado pudo zarpar de vuelta a Ibiza.

Tras muchas negociaciones, problemas navieros y mucho, mucho miedo, pudieron llegar a Azores, con muchas paradas previas. Por fin, ayer arribó a Cala d’Hort ayer en torno a las 18:00 de la tarde, donde amigos y familiares le recibieron con los brazos abiertos.