Este curso escolar estará marcado por, entre otras cosas, el uso obligatorio para muchos alumnos de las mascarillas en las aulas.

Las sindicatos educativos y las familias de Ibiza y Formentera se mostraron ayer muy críticos y escépticos ante la vuelta al colegio prevista para el 10 de septiembre con el coronavirus de por medio. A día de hoy no hay nada claro y por ello esperan que la reunión de este martes con el Conseller d’Educació, Martí March, y los directores generales pueda aclarar el panorama.
Joan Amorós, representante de l’ Associació Professional de Docents d’Eivissa (APDE), mostró su pesimismo a Periódico de Ibiza y Formentera . «Vemos el inicio del curso con muchísima preocupación porque el coronavirus ha dejado una situación extremadamente complicada y porque no se pueden hacer milagros si se llevan varios meses sin hacer las cosas bien».

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Amorós, también director del CEIP Can Misses de Vila, espera que en la reunión del martes se aborde la situación «y se aporten de una vez por todas medidas concretas y realistas sobre la vuelta al colegio». Además, lamentó «que los planes de contingencia que se pidieron con tanta urgencia y tanto celo a los centros ahora queden en entredicho con el aumento de casos que se registran cada día en España y en las Pitiusas».
Incluso, denunció que la situación en los centros es muy precaria y eso podrá limitar alguna medida que, presumiblemente. estará sobre la mesa el martes. «Se han dicho muchas pero por ejemplo, en las Pitiusas tenemos un déficit de infraestructuras tremendo y no se podría hacer frente a la medida de dar clases en aulas prefabricadas o en otros espacios de los colegios e institutos».
Amorós, tampoco se mostró partidario de los grupos burbuja. «Este término que se inventaron desde la consellería no tiene sentido en niños porque tu puedes tener todo el día aislado a un estudiante en su grupo pero luego hará comedor, matinera, actividades extraescolares o se relacionará con sus padres, primos o hermanos y todo lo que se ha aplicado en el colegio habrá servido para bien poco».
FAPA
Por su parte, Pepita Costa, presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Ibiza (FAPA), también mostró su preocupación por la situación a menos de veinte días para el inicio del curso.
En declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera se mostró partidaria de la educación presencial. «Ha quedado demostrado este trimestre que la educación a distancia no garantiza la igualdad de oportunidades para niños y familias en condiciones de vulnerabilidad o que necesitan mayor atención por parte de los profesores, y que a pesar de que se ha hecho un esfuerzo con un plan de digitalización los profesores no tienen el tiempo ni los medios para hacer su trabajo de la mejor manera posible».
Sin embargo, Costa no cierra la puerta a la semipresencial que se quiere implantar en Baleares. En ella, los alumnos de Primaria, 1º y 2º de ESO estarían siempre en las aulas pero el resto, a partir de 3º de ESO y Bachillerato, tendrían clases semanales en casa según el plan de contingencia de cada centro. «No creemos que sea lo más positivo pero tenemos claro que no hay que poner en riesgo la salud de nadie ni ser un foco de contagio y como creemos que la salud está por encima de la educación, acataremos la decisión aunque no nos guste», confirmó la presidenta de la FAPA.
A pesar de ello, lamentó que no se estén «poniendo soluciones» al problema de la conciliación laboral. «Somos conscientes de que los niños de los que se habla de semipresencial ya son lo suficientemente responsables para pasar tiempo solos pero nuestra inquietud radica en el momento de que pudiera haber un nuevo confinamiento porque nadie ha hablado de si se han tomado medidas o hay algún plan en marcha para conciliar la vida personal con la laboral».
Por otro lado, Pepita Costa también fue crítica con algunas medidas como, por ejemplo, la distancia de seguridad en las aulas. «En muchos casos se ha querido sustituir con el uso de la mascarilla y eso es inaceptable porque la única manera de poder hacer frente a este problema es aprovechando otros espacios de los centros y si no se dispone de ellos, los ayuntamientos o las administraciones deben trabajar intensamente y con eficacia para que estén disponibles lo antes posible».
Así mismo, también abordó el aumento del profesorado. «Nos ha parecido muy preocupante el hecho de que se hable de 500 profesores más cuando se sabe que es del todo insuficiente como se demostró antes incluso de que llegara la pandemia y por eso instamos al Govern y al Gobierno central que ponga todos los medios necesarios para aumentar ese ratio, sobre todo en departamentos como los de orientación o atención a la diversidad».
Por último, la presidenta de FAPA pidió este año «mucha más información a las familias por parte de los centros» y que éstos «sean capaces de transmitir un mensaje de tranquilidad».