Aula de un colegio. | Archivo

El sector educativo y las familias de Ibiza y Formentera siguen siendo muy escépticos y muy críticos ante lo anunciado ayer por el conseller de Educació Martí March para volver a clase el próximo 10 de septiembre.

La mayor parte de las críticas se centran en el aumento de profesores que son necesarios para cubrir el descenso de ratios de alumnos por aula que prevé el Govern para impedir los contagios por coronavirus en los centros. STEI, Comisiones Obreras, l’ Associació Professional de Docents d ́Ibiza (APDE) y la FAPA ven insuficientes los 458 anunciados y mostraron su indignación por no saber cuantos llegarán a las Pitiusas.

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Mario Devis, secretario general de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras, aseguró que según un informe del sindicato serían necesarios más de 3.500 nuevos docentes, muy lejos de los que propone el Govern, y Joan Amorós, representante de APDE, alertó que «según la media estatal de aumento de profesores, donde Baleares está un punto y medio por debajo, el aumento debería de ser de 753, casi el doble».

Otras críticas tienen que ver con la habilitación de espacios para cubrir distancias de seguridad y bajar los alumnos por aula. Los encuestados recordaron «el déficit histórico de infraestructuras educativas que arrastra Baleares desde hace muchos años» y por ello, Pere Lomas de STEI y Pepita Costa, de FAPA, pidieron la colaboración de las administraciones «para arreglar cuanto antes el problema» y «no dar pasos atrás en un año fundamental para evitar que la crisis educativa siga aumentando».

Por último, también hubo críticas de las medidas del Govern para los comedores y las matineras y su división en grupos estables de convivencia, conocidos popularmente como grupos ‘burbuja’, y para las nuevas responsabilidades para el personal docente «ya que son profesores, no sanitarios».

PERE LOMAS - STEI: «La solución son menos alumnos por aula y contratar a más profesores»

Pere Lomas, del sindicato STEI, aseguró que la solución son más profesores y menos alumnos por aula aunque «desde el Govern no se informe de cuantos se contratarán para las Pitiusas».

Además, se mostró defensor de la educación presencial pero criticó abiertamente «que se hagan grupos de máximo diez personas en el día a día y en los colegios los ratios se aumenten a unos veinte, con los riesgos que eso conlleva». Así mismo se mostró convencido de que el personal docente pondrá todo de su parte para solucionar los problemas y adaptarse a las novedades, pero aseguró que «somos profesores no sanitarios y eso generará problemas para compaginar las labores de las que habló March».

Por último, se mostró escéptico sobre la consigna lanzada el martes por el presidente Pedro Sánchez y ayer por el conseller Martí March de que los colegios serán los lugares más seguros y criticó la «deficiencia histórica de infraestructuras de Ibiza que obligará a tomar medidas desde los Ayuntamientos para ceder espacios y reducir los ratios».

PEPITA COSTA - FAPA PITIUSAS: «El Govern ha de dar recursos y soluciones para que la crisis no avance»

Pepita Costa, aseguró que «hay que cumplir las medidas de higiene y la distancia de seguridad» y pidió a las administraciones recursos y soluciones «ante un curso crucial que tiene que evitar que la crisis educativa siga aumentando».

Así mismo, incidió en la importancia de las «ratios de alumnos». Desde FAPA en julio se habló de 15 o 17 por clase pero ayer March habló de 20 y no les parece mal «siempre que la superficie del aula y la distancia de seguridad lo permita y se trabaje en grupos burbuja».

También incidió en la falta de docentes pidiendo al Govern «que se atienda a las demandas y se destine una partida presupuestaria extraordinaria, al posible aumento si es necesario», y pidió la colaboración de las administraciones «para mejorar el problema de espacios que desde hace años arrastra Ibiza».

Por otro lado, Costa considera básico la educación presencial «porque se ha demostrado que desde casa se deja de lado a muchos alumnos» y pidió «un asesoramiento específico para estudiantes con necesidades especiales o más vulnerables socialmente».

JOAN AMORÓS - AS. PROFESSIONAL DE DOCENTS D’EIVISSA (APDE): «La desaparición de especialidades es un descenso de la calidad educativa»

Joan Amorós criticó el aumento de los profesores previsto para reducir ratios. «Los 458 son insuficientes porque esta estimación se ha hecho sobre el volumen de las clases antes de julio y sin tener en cuenta los planes de contingencia». Además, «según la media estatal de aumento de profesores, donde Baleares está un punto y medio por debajo de España, el aumento debería de haber sido de 753, casi el doble».

Otra consecuencia grave es, según Amorós, «la desaparición de las especialidades ya que algunos profesores se convertirán en tutores y harán varias tareas a la vez, provocando un grave descenso de la calidad educativa».

Por otro lado, la afirmación de March de que «si no se pueden garantizar los grupos estables de convivencia no habrá matineras ni comedores» es «muy grave porque no saldrá rentable para caterings o Amipas tener voluntarios para grupos pequeños».

Todo ello es, según Amorós, «el resultado de que el Govern no ha hecho su trabajo», «de intentar aprovechar los presupuestos especiales de Madrid» y de que «la situación económica en Baleares es dramática».

MARIO DEVIS - FEDERACIÓN DE ENSEÑANZA DE CCOO: «Sobre el personal docente está recayendo demasiada responsabilidad»

Mario Devis, secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO, lamentó «que la conselleria haya trabajado con improvisación para adaptarse al nuevo escenario» y confirmó que «por un lado están las medidas que sobre el papel pueden ser buenas y luego, por otro, su aplicación en el día a día con niños y estudiantes».

Así mismo, Devis aseguró que «Educació debería haber hecho una inversión mucho mayor en espacios y en la contratación de docentes para que las medidas de reducción de grupos sean mucho más efectivas» y criticó que sobre el personal docente esté cayendo mucha responsabilidad «sin que sean sanitarios para tomar decisiones en este ámbito ni técnicos especializados para elaborar los planes de contingencia».

Tampoco está contento con el aumento de profesores. «Según un estudio nuestro serían necesarios más de 3.500 docentes y anuncian 458 y por eso pedimos a los centros que al elaborar los planes de contingencia nuevos sean muy concretos sobre sus necesidades y que sea la Administración la que se vea obligado a hacer una inversión si quieren cumplir lo que se han comprometido».