Las videoconferencias de ayer de la presidenta Armengol y el equipo de la Conselleria d’Educació con los directores de los centros educativos de las Islas evidenciaron las múltiples dudas e incertidumbres de los directivos docentes ante el cada vez más cercano inicio de curso.

A lo largo de la mañana de ayer, la presidenta de la comunidad, Francina Armengol, junto con el conseller balear de Educación, Martí March, mantuvieron diferentes reuniones con los directores de los centros públicos y concertados de Baleares, para abordar diferentes asuntos relacionados con el inicio del curso escolar 2020-2021, marcado por las condiciones obligadas por la pandemia de la COVID-19.

En una nota de prensa posterior, el Govern señaló que el objetivo de estos encuentros era el de tratar con los responsables de los centros educativos la puesta en marcha del curso dentro del llamado escenario B de semipresencialidad, así como las necesidades y demandas que puedan plantear a partir de las medidas de seguridad adoptadas. Los responsables docentes plantearon multitud de dudas y cuestiones a los responsables del Govern y muchos de ellos destacaron que «finalmente no han sido resueltas».

Infantil y Primaria
Tras estas reuniones, la primera con el sector de educación Infantil y Primaria, la directora de la Asociación de Directores de Primaria de las Pitiusas, Present Ortiz afirmó que muchos eran los centros de Infantil que tenían dudas similares respecto al inicio de curso. «En Primaria es más fácil porque son más mayores, pero en infantil, al ser tan pequeños, se tocan la cara, quieren jugar...», precisó. En Primaria, sin duda, el principal problema ha sido la reducción parcial de personal de apoyo, que ha sido trasladado a la escola matinera o como tutores de los nuevos grupos para equiparar ratios. A pesar de ello, Ortiz se ha mostrado muy optimista y, aunque admitió que se trata de un curso difícil, los niños estarán «seguros» en los colegios. «Los niños necesitan volver al colegio. Creemos que las medidas que se han adoptado funcionarán», se expresó. Y es que, tal y como apuntó, la distancia, los grupos burbuja y la higiene, «serán suficiente», aunque reconoció que tendrán que lidiar con los contagios a lo largo de todo el curso. «Tenemos que concienciar a los niños, aunque nunca desde una pedagogía del miedo, porque no se puede educar a un niño riñéndole constantemente. Un niño tiene que socializar y tiene que volver a la escuela para seguir su aprendizaje, sea como sea», concluyó.

Por su parte, la presidenta de la Associació de Directors d’Infantil i Primària de Mallorca (Adipma), Joana Maria Mas, señaló que «hemos salido de la reunión mucho más confusos y desconcertados. No hay respuestas ni directrices claras y homogéneas. No queda claro cómo quedan las ratios. Nos obligan a que los espacios que aprovechamos como aulas -gimnasios, bibliotecas o laboratorios, por ejemplo- permanezcan como tales durante años.

La casuística de los comedores escolares puede ser muy variada: comer en las aulas, llevar la comida a casa, cómo trasladar los platos a comedores habilitados en plantas superiores... En ningún caso hay respuestas claras». Mas también critica que no haya llegado «todo el mobiliario de las aulas, que es absolutamente fundamental para organizar la semipresencialidad. Los pupitres dobles sólo sirven para un alumno. También en el tema del comedor, resulta que el monitor puede servir los platos, pero no puede intervenir para nada más. El material didáctico, como puzzles, libros de cuentos o juegos de construcción, se puede compartir entre diferentes grupos estables, pero no queda claro quién se va a encargar de desinfectarlo cada vez que se usa. Todo acaba siendo muy confuso. Parece como si dejaran que cada centro se las arregle como pueda. Empieza a extenderse cierta angustia y las empresas de comedor también se muestran muy preocupadas». Ante esta situación, la directora indica que «hemos planteado la posibilidad de retrasar el inicio de curso hasta que todas estas cuestiones se hayan solucionado, pero el Govern lo descarta».

Secundaria
Por su parte, el presidente de la Asociación de Directores de Secundaria de las Pitiusas, Antonio Márquez, explicó a Periódico de Ibiza y Formentera después de su reunión telemática que «con toda seguridad» muchos centros de enseñanza secundaria en Ibiza tendrán que modificar algunas medidas de los planes de contingencia que ya estaban contemplados de cara al inicio de curso.

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«En el escenario B de semipresencialidad, la capacidad máxima de alumnos por clase es de 20 para poder mantener una distancia de 1,5 metros», matizó Márquez, por lo que se encuentran a la espera «de las futuras modificaciones que se publicarán el sábado en el BOIB», justo después de la reunión que tendrá lugar entre la Conselleria y los representantes de las familias hoy.

De la reunión también se pudo extraer que todavía no se han concretado las cifras exactas de refuerzo de docentes para asumir los nuevos grupos en las Pitiusas, aunque ha recibido las peticiones explícitas de cada centro y procederá a analizarlas profundamente en cada caso. «Dado que se contempla la semipresencialidad, algunos centros se están planteando alternar por semanas, otros por días e incluso habilitar aulas con cámaras para poder interactuar con el alumnado al máximo», precisó Márquez.

La duda, sin embargo, reina todavía entre los profesionales de la educación, y es que las modificaciones que se prevén son «de gran calado», sobre todo de cara a aspectos que los centros no pueden controlar, como el contacto en el transporte escolar o en las cafeterías, por lo que se descarta la efectividad total de los denominados ‘grupos burbuja’.

Otra área que preocupa también es la del protocolo a seguir en el caso de que haya sospechosos de coronavirus o incluso algún positivo. «No sabemos muy bien qué hacer si hay un sospechoso. No sabemos si sus compañeros pasan a ser sospechosos también o pueden seguir acudiendo a clase», concluyó Márquez.

Publicados en el BOE los 50 millones para Baleares

El BOE publicó ayer la orden que determina la cuantía para cada comunidad autónoma de los fondos estatales COVID-19 para educación. Como se recordará, a Balears le corresponden 50,2 millones de euros de un total de 2.000 millones. Esta cantidad se asigna en función de las poblaciones de 0 a 16 años y de 17 a 24 años, que en Balears son, respectivamente, 196.446 y 94.062.