La afluencia de clientes a los estancos de la ciudad de Ibiza es bastante menor que en otras ocasiones y eso se nota en que las colas para pedir tabaco son menores. | Marcelo Sastre

La crisis económica generada por la aparición del coronavirus, la falta de turistas y las medidas restrictivas para frenar el avance de la pandemia, también ha llegado a los estancos. Tanto que el pesimismo se ha instalado desde hace unos meses en buena parte de las expendidurías de la ciudad de Ibiza y también cercanas, como las de Nuestra Señora de Jesús.

«Hemos notado muchísimo que la gente no tiente tanto dinero en los bolsillos porque se compran menos cajetillas que antes de que llegara la pandemia y también que los españoles somos unos grandes fumadores sociales y eso no cuadra con las prohibiciones y restricciones para frenar el coronavirus», explicó ayer Janina, responsable de la Expendiduría de Tabacos Número 4 de Ibiza, situada en la calle Bisbe Huix, justo al lado de la Iglesia de Santa Cruz.

Incluso, para esta vendedora también será duro la prohibición de fumar en todos los sitios públicos. «Esta medida tomada por el Govern balear nos hará mucho daño económicamente porque mucha gente dejará de fumarse el cigarrito de los desayunos en el descanso de la mañana o el de por la noche cuando salga con los amigos a tomar una cervecita».

La falta de turistas también está siendo clave para la bajada de ventas. «Las restricciones en las terrazas están siendo muy duras para nosotros pero nada como la bajada de turistas que han venido a Ibiza porque éstos se llevan grandes cantidades desde aquí al ser mucho más barato que en sus lugares de origen», aseguró Marc, vendedor de la Expendiduría Número 1 de la ciudad de Ibiza, en la Avenida Bartomeu Rosselló.

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El mismo argumento también usó Marina, al frente de la Expendiduría número 8, situada en la Avenida de Santa Eulària, junto a los barcos que salen en dirección a Formentera, para justificar su pesimismo. «Los turistas siempre han sido muy buenos clientes, sobre todo los que vienen en los cruceros que no tienen límite de tabaco a bordo y porque tienen un nivel económico bastante alto y no tienen problema para gastar dinero y comprar además otros productos como souvenirs o publicaciones”.

Prudencia en otros

Mientras, otros prefieren ser más prudentes. Es el caso del Estanco que hay en Nuestra Señora de Jesús. «En nuestro caso tenemos unos clientes muy fieles, muy del pueblo, y eso más o menos nos está ayudando y por eso, de momento estamos viendo a ver si empezamos a notar la bajada de ventas por las prohibiciones de fumar en la vía pública o las restricciones en cafeterías, bares o terrazas», confirmó su encargada Inmaculada a este periódico.

Y es que como aseguró, con una tímida sonrisa tras la mascarilla, «no va a ser tan fácil dejar de fumar porque los que somos fumadores y nos gusta siempre nos estamos buscando los lugares y los tiempos para poder hacerlo por más que nos pongan normas».