Pere Lomas nació en Port de Pollença (Mallorca) en 1965 pero lleva casi media vida ejerciendo como profesor en la isla de Ibiza y siendo uno de las caras más visibles del sindicato educativo STEI en la isla. Profesor de la asignatura de matemáticas, llegó en el año 1990, «el mismo día en que comenzaba la primera guerra de Irak y los bombardeos sobre Kuwait», y desde entonces ha ejercido en tres institutos, el Sa Blanca Dona, el Isidor Macabich y el Algarb, donde actualmente mantienen la plaza pero está de comisión de servicios. Aficionado al bricolaje y a la restauración de todo tipo de muebles y de fugarse al mar cuando necesita «desconectar de la realidad del día a día», Lomas está considerado como un referente si hay que tratar el tema de la educación en nuestra isla y en Baleares por su experiencia y su faceta reivindicativa, siempre en defensa del sector. Ahora que la situación, debido a la aparición del coronavirus, es muy complicada y se prevé un curso muy incierto, su opinión es más importante que nunca.

A falta de apenas unos días y con toda la experiencia que usted tiene, ¿este es el inicio de curso más complicado que le ha tocado vivir en toda su trayectoria profesional?

—Sin duda. Es el más extraño y más difícil de nuestra vida y eso que a lo largo de estos años hemos pasado por huelgas o por recortes de profesores. Pero como esto nada. Ha supuesto y supondrá un sobre esfuerzo de la comunidad educativa y aún estamos por ver que pasará.

¿Son optimistas con la vuelta a las aulas a partir del próximo jueves 10 de septiembre?

—Queremos serlo pero tampoco nos chupamos el dedo. Somos realistas y somos conscientes de las dificultades que se nos plantean a partir del jueves y que pueden ir surgiendo según pasen los días de clase porque no se han solucionado problemas endémicos de nuestro sistema educativo como la falta de profesores, la ratio de alumnos en clase o las infraestructuras. En fin, que tenemos serias dudas de que todo vaya bien.

Habla de la falta de profesorado. ¿Este es el gran problema al que se enfrenta la educación en las Pitiusas?

—Sí, pero no el único. Nosotros no pedimos nada en especial. Simplemente algo que creemos que es necesario para mejorar la seguridad de toda la comunidad educativa y de la sociedad en general. Además, si se habla desde todos los ámbitos de una apuesta clara, firma y decidida por la educación presencial, que también nosotros creemos que es la más adecuada, es necesario que haya un incremento de profesores lógico y no como el que se ha propuesto desde la Conselleria d’Educació del Govern balear.

¿Y porque no llega este aumento de profesores?

—Principalmente porque no hay dinero. Nosotros somos conscientes de que existe un problema económico importante pero si realmente queremos que todo funcione correctamente y se puedan bajar las ratios de alumnos en las clases es la única solución posible.

¿Tan mal están las cuentas en la conselleria?

—Eso parece y por eso no se aflojan el bolsillo. Entendemos que ahora todo es mucho más complicado por la situación que vivimos, con la llegada del coronavirus a nuestras vidas, pero desde hace mucho tiempo la dotación presupuestaria que se destina para educación ha sido penosa y nada justa en comparación con lo que tienen otras consellerías. Es una pena porque si no se invierte adecuadamente no se podrán dar las soluciones óptimas que son necesarias para dar una mínima seguridad a toda la comunidad educativa y a las familias que llevan a sus hijos a los centros escolares.

¿Esta falta de presupuesto también afecta a la habilitación de espacios en los centros educativos? Este es un problema que arrastra la isla de Ibiza desde hace muchos años…

—Eso ya viene de muy lejos y ha supuesto una reducción muy grave de la calidad educativa. Ten en cuenta que durante los últimos años ya ha habido centros que han ido perdiendo de forma paulatina espacios en los comedores, bibliotecas o aulas y todo eso ahora será mucho peor ahora porque la intención desde la conselleria es que se habiliten todo tipo de espacios para que se puedan recurrir las ratios de alumnos por clase.

¿Y el tema de los muchos profesores que pasarán a ejercer de tutores?

—Eso también supondrá un problema sobre todo en Infantil y Primaria. Los profesores encargados de materias como Inglés, Música o Educación física y los de otras especialidades muy importantes para niños con necesidades especiales pasarán a ser tutores sin estar preparados para ello y provocando también un importante descenso de la calidad educativa. Además, un profesor de Inglés podrá sugerir a otros profesores de su mismo centro que den su misma asignatura con el problema que eso generará para los alumnos ya que cada uno tiene su especialidad y han estudiado y están preparados para ello. Supondrá apartarnos del camino de la calidad educativa por la que tanto hemos luchado durante estos últimos años y dar importantes pasos atrás en este aspecto.

¿Cómo hemos llegado a esta situación tan límite en el campo de la educación?

—Desde el sindicato STEI llevamos desde hace bastantes años denunciando las muchas deficiencias que hay en el sector educativo pero desgraciadamente la sociedad ibicenca no lo ha visto venir hasta que se ha encontrado con que no ha podido llevar a su hijo al colegio por la llegada del coronavirus. Nosotros hemos reclamado por activa y por pasiva que la educación tiene que ser una de las principales prioridades para el Govern balear pero esto, desgraciadamente, nunca ha sido así. Sin embargo y aunque no hemos tenido éxito durante todos estos años en nuestras reivindicaciones, estamos convencidos de que la comunidad educativa tiene que seguir siendo exigente y no callarse en ningún momento.

¿Por qué dice que la educación nunca ha sido una prioridad para el Govern balear?

—Fundamentalmente porque se necesita apoyo económico y no lo tenemos en absoluto.

Tampoco ayudará mucho el perfil de quienes mandan en el ámbito de la educación…

—Eso también repercute seriamente en el tema pero la clave está en poder tener la llave de la caja del dinero y desgraciadamente los que mandan en el campo de la educación en Baleares no la tienen. Entiendo que para los que tienen que tomar decisiones la situación actual no será nada fácil y estoy seguro que si de ellos dependiera no tendrían problema en contratar muchos más profesores y en invertir en planes educativos razonables pero el problema es que no hay dinero en la caja para dar a basto a todo.

Una lástima con toda la gente que mueve la educación y con todo lo que está en juego, fundamentalmente el futuro de nuestros hijos.

—Es cierto. Si habláramos en términos empresariales la educación sería una de las empresas más importantes, potentes y grandes de España con al menos 13.000 trabajadores en el ámbito de la educación pública a los que habría que sumar los de la concertada y la cantidad de alumnos inmensa que reciben clase. Y eso por no olvidar la labor tan importante que hacen los centros educativos en la sociedad. Es el lugar donde se hace la labor de integración más importante sin ninguna duda.

Tras la aparición del coronavirus y las medidas que se están tomando para frenar los contagios, ¿cree que las escuelas y los institutos ya no volverán a ser igual que antes?

—No se si tanto. Lo que si es cierto es que la voluntad por parte de todos los que mandan es minimizar todo lo posible el impacto académico que ha generado la aparición del coronavirus. Y eso repercute en que durante todo este curso todo tenga un perfil muchos menos educativo y más asistencial y eso tampoco es bueno para la calidad de la enseñanza.

Hay muchos especialistas que dicen que para la vuelta al colegio se está teniendo en cuenta los factores sanitarios antes que los pedagógicos. ¿Está de acuerdo con esto?

—Está claro que Sanidad es la que tiene que liderar este proceso pero una vez más choca con la capacidad económica que se tiene desde el Govern. Es extraño que se dicten medidas restrictivas que prohiban que fuera de las escuelas solo se puedan reunir unas diez personas, o cinco a partir de la próxima semana, y en una escuela haya una ratio de veinte alumnos por clase, todos juntos y con un profesor. Pero estamos en lo mismo, al final para poder bajar esas ratios hacen falta muchas más inversiones.

¿Entonces cree que los centros escolares serán seguros?

— Es algo sobre lo que tenemos nuestras serias dudas a pesar de que todos los que trabajan en los centros educativos se están implicando al máximo y harán todo lo posible porque así sea. Pero será muy complicado por ejemplo en el área de Infantil, donde no será tan sencillo controlar a los niños como en un aula de Bachillerato. Además los profesores tienen que estar más protegidos que lo que lo están a día de hoy, con mejores medios a su disposición, para que no corran riesgos, no caigan contagiados y no puedan contagiar a sus alumnos.

Es cierto que se habla del contagio de alumnos pero casi nada de profesores...

—Sí y también sería algo muy grave. Ten en cuenta que mucho más allá de lo que puede generar un contagio para su salud, sería un problema muy importante para el propio funcionamiento del centro y los niños porque su vínculo entre ellos se rompería con la llegada de una persona sustituta y con la asistencia de un profesor tutor que no tenga una formación específica para atenderlos.

Si hay contagios, ¿la comunidad educativa de Ibiza tiene claro lo que hay que hacer?

—Aquí también tenemos nuestras serias dudas por los planes de contingencia que han tenido que crear los centros educativos con los tres escenarios previstos y por las normas muy generalistas que ha propuesto la conselleria para implantar en cada uno de los centros educativos. Además, hay que dejar una cosa clara. Nosotros no somos sanitarios y aunque podamos acompañar a un niño hasta el lugar de aislamiento que se haya habilitado siguiendo los planes de contingencia y sigamos todos los protocolos establecidos no somos las personas más adecuadas porque no estamos formadas para ello. Es mejor no tentar a la suerte. Solo si jugamos a la lotería.

El profesor de Matemáticas y portavoz del sindicato STEI, Pere Lomas, analiza el inicio del curso a partir del próximo día 10 de septiembre y la situación en la educación en las Pitiusas y Baleares con la aparición del coronavirus en nuestras vidas