Lectura del manifiesto en Vara de Rey. | MARCELO SASTRE ]

El puerto de Vila se llenó ayer de músicos y artistas, 300 acreditados en total, pero no hubo música. Los miembros de los diferentes gremios de artes y espectáculos, así como empresarios del sector de la isla, salieron ayer a la calle a protestar contra el abandono que dicen sufrir por parte de las instituciones y para pedir medidas urgentes en las próximas semanas para garantizar la supervivencia del sector.

Alfonso Losco, coordinador de Alerta Roja en Ibiza, la organización que a nivel estatal convocó ayer la protesta en 28 ciudades españolas, explicó que se cubrió el cupo de manifestantes permitidos en el recorrido de la manifestación, que salió de la calle Andanes en el puerto y acabó en el paseo Vara de Rey. «Aún así no podemos negar a nadie el derecho a manifestarse, pero se les invitará a cerrar la manifestación detrás de los coches policiales», indicó para aquellos que excedieron el cupo de 300 fijado por las autoridades.
Los participantes en la protesta se distribuyeron entre dos bloques de flight cases (las cajas donde los artistas guardan el material de escenario). La marcha salió del puerto y giró hacia Vara de Rey, donde dejaron las cajas en cuadrícula, «como si fuera un cementerio de la cultura y los trabajos culturales», explicó Losco.

Finalmente se leyó el manifiesto de la protesta, a través del que se solicita al Estado que cree una mesa sectorial en la que se negocie un convenio colectivo único para el sector.
«Los músicos y los trabajadores y trabajadoras por cuenta ajena están en una situación malísima. En España son más de 700.000 personas que no pueden desarrollar su trabajo, que es un derecho constitucional. También lo es el derecho a la cultura. Pedimos a los ayuntamientos y los entes que cancelan eventos no deriven directamente las partidas a otras áreas, sino que hagan convocatorias de ocio seguro que nos permitan trabajar aportando la cultura, que es un bien necesario», reivindicó el coordinador del evento.

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Meses sin actividad
Entre los asistentes estaba el artista DJ Oliver, que se lamentaba del «acoso bestial» que está sufriendo el sector del ocio nocturno por parte de las autoridades.

«En Ibiza el ocio ha estado todo el tiempo cerrado y crecen los casos, aún así parece que todavía se nos culpabiliza tanto por activa como por pasiva», criticaba y solicitaba apoyo a un sector que «en Ibiza es el principal atractivo».

Manuel, trabajador del sector del espectáculo, valoró que esta iba a ser la primera de muchas manifestaciones «porque la música lo necesita». «Tenemos que reivindicar que somos trabajadores como los demás», indicó este artista que ha tenido que dedicarse a otro empleo este verano «para poder sobrevivir».