Un negocio cierra a las 22.00 horas para cumplir la nueva normativa. | [MARCELO SASTRE ]

«La situación epidemiológica en Ibiza y las Baleares es muy mala». Así de claro se mostró el nuevo director general de Prestaciones y Farmacia , Nacho García. El Govern quiso explicar mejor el por qué de las restricciones de movilidad de las zonas afectadas de Vila y Sant Antoni y para ello convocó una rueda de prensa telemática con el experto.

García explicó detenidamente que son muchos los factores que se estudiaron antes de tomar estas decisiones. Habló de los datos diarios, la tasa de positividad, la incidencia acumulada, la densidad de población, la concentración de PCR por vivienda y otros aspectos sociales y económicos. El doctor señaló que el punto de referencia está en los baremos que marcó la Unión Europea para determinar si un territorio es seguro o no, ya que este objetivo es el que permitiría que los países emisores volviesen a permitir a sus ciudadanos viajar a las islas a modo de turismo.

Así pues, la Unión Europea recomienda una incidencia inferior a 25 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días y una tasa de positividad de las PCR inferior al 3 %. «La realidad de Baleares es dramática, los datos del jueves eran de 319 casos por cada 100.000 habitantes.

Con este marco, García entró a profundizar en los casos concretos de Vila y Sant Antoni y los cifras que llevaron al Govern a tomar la decisión de implementar estas medidas restrictivas. La incidencia de Ibiza como isla es de 405 casos por cada 100.000 habitantes. En el caso de Vila el viernes había una incidencia de 732 y 547, en las tarjetas sanitarias pertenecientes a Es Viver y el Eixample; mientras que en Sant Antoni la cifra de la incidencia en los últimos 14 días se situaba en 341 casos por cada 100.000 habitantes. Además, la positividad de las PCR también es muy elevada llegando a 6,72% en el caso de Sant Antoni y a más del 7% en Vila.

Estos números eran del jueves, pero en el momento en el que se tomó la decisión, según los datos del Govern en Vila había 317 casos por cada 100.000 habitantes, unas cifras que multiplicaban por 26 la incidencia del mes de agosto, con una positividad del 14,8%. «Analizamos los datos diariamente y el crecimiento tan elevado de casos nos preocupó mucho», explicó.

Por su parte, en Sant Antoni las cifras eran de más de 500 casos por cada 100.000 habitantes, aunque el brote de la residencia de Sa Serra tuvo mucho que ver en que se disparasen las cifras.

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Con estos números tan elevados, según García, había que tomar decisiones para no poner en estrés al sistema sanitario y evitar saturar las UCI. El doctor insistió en que la situación «es mala», pero «la curva está aplanada. Está contenido el incremento». Así pues insistió en que estas medidas son necesarias para «volver a recuperar la confianza de la Unión Europea y los mercados emisores».

Calles con mayor incidencia
Al ser cuestionado por el hecho de que algunas de las calles con mayor incidencia se hayan quedado fuera de las limitaciones, pese a ser las que marcan el perímetro, García no dio una explicación basada en datos: «En algún lugar había que cortar. La decisión quizás debía a ver sido confinar a toda la isla y el límite hubiese estado en el mar, o a todas las Baleares, o a toda España porque la situación es dramática. Estas medidas más selectivas nos pueden ayudar a no llegar a esos extremos y mantener la economía parcialmente. Sabemos que son medidas difíciles y que van a hacer sufrir a mucha gente». «Hemos tratado de selecciones una zona concentrando unos esfuerzos. Había que poner el límite en una zona», añadió.

En esa misma línea, habló de las calles con mayor incidencia que marcan el perímetros y señaló que el hecho de ofrecerles la posibilidad de hacerles un cribado voluntario es una acción complementaria que ayuda ya que en caso de que den positivo también serán aislados en sus domicilios.

Además, insistió en que los confinamientos se hicieron en las zonas en las que se concentraban el mayor número de casos. «Claro que hay muchos casos en otras zonas, pero no podemos confinar toda la isla». «Son medidas proporcionales se nos ha pedido que hagamos confinamientos quirúrgicos. Las consecuencias tienen que estar muy medidas porque afecta a lo social y a lo económico. No afectar a más gente de lo necesario, no afectar más a lo económico de lo necesario». «Hicimos un perímetro cogiendo el mayor número de casos posibles», concluyó García, que insistió en que «situación es mala».

40 nuevos casos
La cifra de casos activos en las Pitiusas descendió ayer a los 832 después de que se registrasen 52 nuevas altas, por los 40 nuevos positivos –39 en Ibiza y 1 en Formentera–. Además, se mantiene la cifra de pacientes hospitalizados, 59, de los que tres se encuentran en UCI. Hay 773 personas leves o asintomáticas, el 92,9% del total de contagios activos, en seguimiento domiciliario por los equipos de Atención Primaria, de los que 745 corresponden a Ibiza y 28 a Formentera.

Por otro lado, el positivo de una niña en el CEIP Sant Miquel ha obligado a confinar a su grupo de clase a la espera de resultados.