Agentes de la Policía Nacional en colaboración con el Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Baleares, han detenido a un joven de 22 años y nacionalidad argelina, patrón de embarcación y presunto autor de un delito de favorecimiento a la inmigración ilegal.

Según informaron hoy de la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) en un comunicado, el arrestado es miembro de uno de los grupos más activos en el tráfico de inmigrantes del norte de Argelia con destino a Baleares.

Según detallan, cuando se produjo la detención de 15 ciudadanos de origen argelino el pasado 12 de septiembre, agentes de la Guardia Civil advirtieron como una de las personas estaba patroneando la embarcación, así como dando instrucciones al resto de ocupantes sobre la ubicación y tareas a realizar y organizando el achique de agua de la embarcación a causa de que la misma tenía una importante entrada de agua.

Tras la toma de declaración ante la Policía Nacional de los ocupantes de la patera, se pudo confirmar que la persona que estaba conduciendo la misma cuando se localizó la embarcación, forma parte de una organización que se dedica a realizar viajes en patera desde la costa próxima a la localidad argelina de Dellys hasta este archipiélago.

Por ello, los agentes han realizado las correspondientes labores de investigación que han podido determinar que este varón era la persona responsable de capitanear la embarcación ilegal con destino a España.

Modus operandi

En cuanto al 'modus operandi', desde la Guardia Civil explicaron que este ha consistido en que, una vez que la embarcación es fletada, previo pago de los inmigrantes de al menos entre 600 y 1.000 euros por persona, la organización logra que dicha patera llegue hasta las costas gracias a su conocimiento del mar, destacando que el detenido cuenta con licencia de navegación en su país.

Desde la Guardia Civil explicaron que en aquella ocasión y debido a las condiciones meteorológicas, el viaje que normalmente dura entre unas 18 y 22 horas, tardó 46 horas en llegar a costas de Mallorca.

Una vez próximos a costas españolas, quienes ejercen de capitán, terminan siendo detectados y detenidos por los Servicios Marítimos de la Guardia Civil, apuntaron las mismas fuentes.

Se trata de un hecho con el que cuentan y esperan, precisamente para que sean retornados a su país por las autoridades españoles, que corren con los gastos inherentes, para así, y ya en su país de origen, reorganizar otra embarcación y volver a repetir todo el proceso.