Imagen de la central de Endesa en la ciudad de Ibiza.

La compañía eléctrica Endesa jamás había obtenido en las Pitiusas unos registros tan bajos de demanda. La crisis sanitaria, el consiguiente descenso vertiginoso del turismo y el cierre de buena parte del sector hotelero y de restauración han provocado este descenso sin precedentes en el consumo durante los últimos seis meses en comparación con 2019.

Entre marzo y octubre, el bajo consumo eléctrico en Ibiza y Formentera pone de manifiesto el peso de la industria turística, que ha estado prácticamente paralizada desde que se declaró el estado de alerta en marzo. Haste este año, la evolución del consumo y las oscilaciones entre un mes y el mismo periodo del año anterior apenas variaban unas décimas, con incrementos o descensos del 0,5%, el 1% o el 2%, pero jamás se habían registrado cifras continuadas de descenso de dos dígitos como ahora.

Caída récord en Ibiza en junio

En la isla de Ibiza, la bajada más notable del consumo se produjo en junio, cuando la demanda cayó un 37,3% con respecto a junio de 2019. Pero es que en mayo ya había caído un 35,4%. Los datos negativos se iniciaron en marzo y abril, mes en el que se produjo un descenso del del 25,3%. La tendencia a la baja continuó en julio (-27,7%), agosto (-18,8%) y también en septiembre, que ha registrado una bajada de la demanda del 29,9%. Los datos reflejan asimismo la incidencia de la segunda ola de contagios y cómo el consumo de luz ha ido evolucionando al compás de los periodos en los que las empresas hoteleras, bares y restaurantes han podido trabajar, como las semanas posteriores al confinamiento, en las que parecía que el turismo podía reflotar.

Buen agosto en Formentera

En Formentera, los registros difieren de los de Ibiza en determinados meses. Aunque durante los primeros días de confinamiento Endesa constató ligeros incrementos de consumo entre los residentes todo el año, esta demanda doméstica no evitó que, por ejemplo, en el mes de mayo la isla registrara el mayor descenso de consumo de energía desde hace décadas, con una bajada del 48,7%, récord absoluto en las estadísticas de Endesa. Este dato contrasta con el de agosto, mes en cual Formentera apenas registró un descenso del 8,9% en relación al mes de agosto de 2019. Esto revela que la industria turística pudo funcionar mejor en esta isla que en Ibiza, donde se constató el citado descenso del 18,8%.

Mayo y junio (con una caída también récord del 43,7%) fueron, por tanto, los meses con menor actividad turística en relación al año pasado, aunque abril también terminó con caídas de consumo superiores al 36%. Las últimas cifras ofrecidas ayer mismo por Endesa recogen un nuevo descenso de la demanda en septiembre, cun una caída del 20,3%, inferior al 29,2% que se ha experimentado en la isla de Ibiza.

Medidas anti covid

Los ciclos económicos, lo cupación de las islas (residentes y turistas) y la temperatura son los tres factores clave que influyen en el crecimiento de la demanda de energía, según Endesa. En la actual situación de crisis sanitaria, en todo el archipiélago balear ha sido determinante, sobre todo, la ausencia de turismo en relación a 2019.

Esta coyuntura excepcional también ha llevado a la compañía a adoptar todas las medidas de prevención en la central de Ibiza, en todas sus instalaciones y entre sus empleados, «que han hecho un gran esfuerzo para garantizar el suministro eléctrico en todo momento a pesar del confinamiento».

La dirección de la compañía resalta el buen funcionamiento de los planes de prevención que ha llevado a cabo para la protección de los trabajadores y del equipamiento, estableciendo asimismo turnos separados y relevos en el sistema telemático. «Estamos implantando estrictamente todas las normas anti covid y protegiendo a nuestro personal con todas las medidas», recalca un portavoz de Endesa.