El portavoz autonómico del comité de enfermedades infecciosas de Baleares, Javier Arranz, compareció ayer en Palma al mediodía en una rueda de prensa junto a la consellera de Salud, Patricia Gómez, para valorar la situación epidemiológica derivada de la pandemia del coronavirus en la comunidad autónoma.

A una pregunta realizada desde Periódico de Ibiza y Formentera sobre si se teme que los habitantes de Vila, al saber que no serán multados por no respetar las medidas de limitación de movimientos, expandan el coronavirus a otros municipios de la isla, Javier Arranz apeló a la «responsabilidad ciudadana». «No se impondrán multas porque se trata de recomendaciones y, por eso, tenemos plena confianza en que los ciudadanos las tendrán en cuenta y se moverán lo menos posible de sus domicilios teniendo en cuenta que la ciudad de Ibiza mantiene un riesgo muy elevado de contagios». Por ello, el portavoz del Govern balear pidió a los vecinos «que se planteen si realmente es necesario reunirse en grupos numerosos porque por una decisión precipitada o irresponsable puede estar en juego que se confine toda la isla durante 14 días más». Una idea en la que también incidió la consellera de Salud, Patricia Gómez. «Aunque las cosas puedan ir algo mejor en Baleares, el mensaje que lanzamos sigue siendo el mismo, y lo decimos bien claro y bien alto, quédate en casa, evita al máximo desplazamientos innecesarios y limita el contacto social».

«No está controlado»

Asimismo, Arranz aseguró que aunque se han bajado las restricciones en lugares como Sant Antoni esto no quiere decir que se haya vencido al coronavirus. «Aunque haya varios indicadores directos e indirectos que muestran que Baleares transita en el descenso de la curva de la segunda oleada de la pandemia, ahora nuestro mayor foco de preocupación lo tenemos en la isla de Ibiza y, sobre todo en la ciudad de Vila, y por eso hay que dejar claro que estamos muy lejos de decir que el coronavirus está ni mucho menos controlado en Baleares». A pesar de ello, se mostró «optimista» al respecto. «Aunque queda mucho por hacer, hay que ser moderadamente positivos porque estamos viendo que los casos se mantienen estables e incluso bajan en zonas básicas de salud de la ciudad y eso es señal de que, con toda la prudencia, la tendencia es positiva». En este sentido, el portavoz autonómico no quiso dar las cifras exactas de incidencia que se tomarían en cuenta para suavizar las medidas de confinamiento para la ciudad de Vila. «No es un dato exacto sino una suma de circunstancias que se valoran con los días como, por ejemplo, la evolución de la pandemia, la dificultad que encuentre el virus para transmitirse, la probabilidad de contagio entre los ciudadanos, la situación de los hospitales o la concentración de casos en lugares concretos de un mismo núcleo urbano».

Día de ‘Tots Sants’

Otro de los temas que abordó Arranz ayer por la mañana a preguntas de este periódico fue el cómo se gestionarán ciertas festividades que están por llegar y que, presumiblemente, contarán con una gran afluencia de personas. Aunque algunas comunidades autónomas ya han anunciado que cancelarán las cabalgatas de los Reyes Magos y reducirán al mínimo las actividades de Navidad, para el Govern balear «aún estamos demasiado lejos como para saber qué se hará». Sin embargo, tanto Arranz como la consellera Patricia Gómez aseguraron que ya se está trabajando a nivel balear en los protocolos a establecer en el día de Tots Sants. Aunque no se sabe exactamente qué sucederá en Ibiza y Formentera, la consellera sí que adelantó que en Palma se está trabajando con las policías locales de todos los pueblos para que se limite el aforo con el fin de evitar aglomeraciones y que se establecerán protocolos de entrada y salida de los cementerios.