IBIZA BARES AL 25 Y 50 %

“Con apenas 14 personas en un día es imposible mantener dos familias”. Así de clara y contundente se explica Sandra tras la barra vacía del bar Can Brodis, en el número 4 de la calle Catalunya de Vila.

Una barra, por cierto, de la que cuelgan carteles de Fuera de Servicio y señales como esas que colocan los investigadores en las películas de policías. Ella regenta junto a Carlos esta pequeña cafetería que se nutre de personas del barrio y de trabajadores que vienen a comer sus menús diarios y especiales de fin de semana. Ahora, con las nuevas restricciones apenas pueden atender a catorce personas en un aforo pensado para 60 comensales y ocho en barra.

Las reservas bajan porque no hay sitio disponible y se acumulan las pérdidas. «Es imposible que con lo que sacamos podamos pagar la luz, el agua, los impuestos y el alquiler y ahora ya nos estamos planteando si nos compensa seguir abiertos», comenta Carlos, compungido tras su mascarilla.

El pesimismo se ha instalado entre los dueños de muchos restaurantes y bares de l’Eixample de Vila. En la Plaça Pintor Vicent Calbet, los tres establecimientos han registrado pérdidas del 70%. Paola, de Ses Canyes, justo enfrente de la iglesia de Santa Cruz, asegura que cierra con una caja de 300 euros «porque hay mucho miedo y mucho desconocimiento en la gente y, sobre todo, por la restricción de horarios que obliga a tener todo cerrado a las 22.00 horas».

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Idéntica situación viven sus vecinos de CHIDas cantina, «un local orientado a las noches» que abría desde las 17.00 a las 01.00 horas y ahora lo hace las mañana sin obtener el efecto necesario. «Solo nos quedan cuatro mesas fuera y dos dentro y como tenemos que tener todo recogido y cerrado a las 22.00 horas no sabemos si podremos llegar al invierno». Y muy cerca de allí, tampoco cambian las caras de los camareros y dueños de los bares, cafeterías y restaurantes. «Nosotros tenemos la suerte de tener una terraza con cinco mesas porque si no sería imposible tener abierto con las tres mesas que nos quedan en el interior», explica Antonio, dueño del Bar Balafi, uno de esos locales de toda la vida situado en el Passatge de Balafia.

Antonio mantiene a sus dos trabajadoras gracias a los clientes fieles que siguen acudiendo «y sobre todo porque el local es mío y no tengo que pagar el alquiler». Sin embargo, mira con «lástima» lo que sucede a su alrededor. «Se me cae el alma ver como cada día hay un negocio que echa el cierre porque es una señal de que algo no se está haciendo bien y que viviremos un invierno muy complicado», concluye Antonio.

Precisamente, esto es lo que temen justo al lado, en el Mesón El Gallego. Hace tiempo era uno de los lugares emblemáticos para comer en familia los fines de semana pero ahora apenas tiene clientes. Tanto que, como asegura Maribel, quedan 15 meses en su interior y han pasado de tener cinco camareros a disponer de apenas dos. «Ya no abriremos por la noche porque no nos sale rentable con las restricciones del horario y ahora mismo vemos cada una de las medidas como si fueran sogas para que nos echemos al cuello para dejarnos morir». Un rayo de luz en el Mercat Nou

Mientras entre tanto pesimismo hay algo de luz entre los bares de la entrada del Mercat Nou. Salvo algún comentario con mucha guasa «andaluza y del Real Betis» con el que aseguran «que estamos ganando más dinero que nunca», lo cierto es que la situación ha sido muy mala durante los últimos días y ahora, que se vuelve a permitir que compren más personas, reciben algún cliente más. «El que se haya abierto nos da un poco de esperanza pero no tenemos claro como va a ir todo porque hay un gran desconocimiento sobre lo que podemos o no hacer y porque los vecinos siguen teniendo mucho miedo y desconcierto», asegura Rosa en el Bar La Granja. En cambio, otros como Rai, de Sa Nova Plaça, ya empiezan a recoger pequeños frutos con el cambio en las medidas. «He tenido unas pérdidas de un 70% pero hoy ya tenemos ocho reservas, algo que está muy bien porque las semanas anteriores apenas llegábamos a dos».

Bares y restaurantes del Eixample temen que la extensión de restricciones por toda la ciudad sea un nuevo golpe para sus ya mermadas economías «Con 14 personas en un día no mantienes dos familias» Manu Gon la crónica En la fotografía superior la barra cerrada y con carteles de fuera de servicio del bar Can Brodis. S obre estas líneas algunas de las terrazas y puertas de bares y cafeterías de la zona de l’Eixample y el Mercat Nou de la ciudad de Ibiza.